1:1 Libro de la genealogía de
Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham.
1:2 Abraham engendró a Isaac,
Isaac a Jacob, y Jacob a Judáy a sus hermanos.
1:3 Judáengendróde Tamar
a Fares y a Zara, Fares a Esrom, y Esrom a Aram.
1:4 Aram engendróa Aminadab, Aminadab
a Naasón, y Naasón a Salmón.
1:5 Salmón engendróde Rahab
a Booz, Booz engendróde Rut a Obed, y Obed a Isaí.
1:6 Isaíengendróal rey
David, y el rey David engendróa Salomón de la que fue mujer
de Urías.
1:7 Salomón engendróa Roboam,
Roboam a Abías, y Abías a Asa.
1:8 Asa engendróa Josafat, Josafat
a Joram, y Joram a Uzías.
1:9 Uzías engendróa Jotam,
Jotam a Acaz, y Acaz a Ezequías.
1:10 Ezequías engendróa
Manasés, Manasés a Amón, y Amón a Josías.
1:11 Josías engendróa
Jeconías y a sus hermanos, en el tiempo de la deportación a
Babilonia.
1:12 Después de la deportación
a Babilonia, Jeconías engendróa Salatiel, y Salatiel a Zorobabel.
1:13 Zorobabel engendróa Abiud,
Abiud a Eliaquim, y Eliaquim a Azor.
1:14 Azor engendróa Sadoc, Sadoc
a Aquim, y Aquim a Eliud.
1:15 Eliud engendróa Eleazar,
Eleazar a Matán, Matán a Jacob;
1:16 y Jacob engendróa José,
marido de María, de la cual nacióJesús, llamado el Cristo.
1:17 De manera que todas las generaciones
desde Abraham hasta David son catorce; desde David hasta la deportación
a Babilonia, catorce; y desde la deportación a Babilonia hasta Cristo,
catorce.
1:18 El nacimiento de Jesucristo fue
así: Estando desposada María su madre con José, antes
que se juntasen, se hallóque había concebido del Espíritu
Santo.
1:19 Josésu marido, como era justo,
y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente.
1:20 Y pensando él en esto, he
aquíun ángel del Señor le aparecióen sueños
y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu
mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.
1:21 Y daráa luz un hijo, y
llamarás su nombre JESÚS, porque él salvaráa
su pueblo de sus pecados.
1:22 Todo esto aconteciópara que
se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo:
que traducido es: Dios con nosotros.
1:24 Y despertando Josédel
sueño, hizo como el ángel del Señor le había
mandado, y recibióa su mujer.
1:25 Pero no la conocióhasta que
dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS.
2:1 Cuando Jesús nacióen
Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente
a Jerusalén unos magos,
2:2 diciendo: ¿Dónde estáel
rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en
el oriente, y venimos a adorarle.
2:3 Oyendo esto, el rey Herodes se
turbó, y toda Jerusalén con él.
2:4 Y convocados todos los principales
sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntódónde
había de nacer el Cristo.
2:5 Ellos le dijeron: En Belén
de Judea; porque asíestáescrito por el profeta:
2:7 Entonces Herodes, llamando en secreto
a los magos, indagóde ellos diligentemente el tiempo de la aparición
de la estrella;
2:8 y enviándolos a Belén,
dijo: Id alláy averiguad con diligencia acerca del niño; y
cuando le halléis, hacédmelo saber, para que yo también
vaya y le adore.
2:9 Ellos, habiendo oído al rey,
se fueron; y he aquíla estrella que habían visto en el oriente
iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el
niño.
2:10 Y al ver la estrella, se regocijaron
con muy grande gozo.
2:11 Y al entrar en la casa, vieron al
niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron;
y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.
2:12 Pero siendo avisados por
revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron
a su tierra por otro camino.
2:13 Después que partieron ellos,
he aquíun ángel del Señor aparecióen sueños
a Joséy dijo: Levántate y toma al niño y a su madre,
y huye a Egipto, y permanece alláhasta que yo te diga; porque
aconteceráque Herodes buscaráal niño para matarlo.
2:14 Y él, despertando, tomóde
noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto,
2:15 y estuvo alláhasta la muerte
de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del
profeta, cuando dijo: De Egipto llaméa mi Hijo.
2:16 Herodes entonces, cuando se vio
burlado por los magos, se enojómucho, y mandómatar a todos
los niños menores de dos años que había en Belén
y en todos sus alrededores, conforme al tiempo que había inquirido
de los magos.
2:17 Entonces se cumpliólo que
fue dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo:
2:19 Pero después de muerto Herodes,
he aquíun ángel del Señor aparecióen sueños
a Joséen Egipto,
2:20 diciendo: Levántate, toma
al niño y a su madre, y vete a tierra de Israel, porque han muerto
los que procuraban la muerte del niño.
2:21 Entonces él se levantó,
y tomóal niño y a su madre, y vino a tierra de Israel.
2:22 Pero oyendo que Arquelao reinaba
en Judea en lugar de Herodes su padre, tuvo temor de ir allá; pero
avisado por revelación en sueños, se fue a la región
de Galilea,
2:23 y vino y habitóen la ciudad
que se llama Nazaret, para que se cumpliese lo que fue dicho por los profetas,
que habría de ser llamado nazareno.
3:1 En aquellos días vino Juan
el Bautista predicando en el desierto de Judea,
3:2 y diciendo: Arrepentíos, porque
el reino de los cielos se ha acercado.
3:3 Pues éste es aquel de quien
hablóel profeta Isaías, cuando dijo:
3:4 Y Juan estaba vestido de pelo de
camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y su comida
era langostas y miel silvestre.
3:5 Y salía a él
Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia de alrededor del
Jordán,
3:6 y eran bautizados por él en
el Jordán, confesando sus pecados.
3:7 Al ver él que muchos de los
fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía:
¡Generación de víboras! ¿Quién os
enseñóa huir de la ira venidera?
3:8 Haced, pues, frutos dignos de
arrepentimiento,
3:9 y no penséis decir dentro
de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo que Dios
puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras.
3:10 Y ya también el hacha
estápuesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo
árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego.
3:11 Yo a la verdad os bautizo en agua
para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no
soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os
bautizaráen Espíritu Santo y fuego.
3:12 Su aventador estáen su mano,
y limpiarásu era; y recogerásu trigo en el granero, y
quemarála paja en fuego que nunca se apagará.
3:13 Entonces Jesús vino de Galilea
a Juan al Jordán, para ser bautizado por él.
3:14 Mas Juan se le oponía, diciendo:
Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y túvienes a mí?
3:15 Pero Jesús le respondió:
Deja ahora, porque asíconviene que cumplamos toda justicia. Entonces
le dejó.
3:16 Y Jesús, después que
fue bautizado, subióluego del agua; y he aquílos cielos le
fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como
paloma, y venía sobre él.
3:17 Y hubo una voz de los cielos, que
decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.
4:4:1 Entonces Jesús fue llevado
por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo.
4:2 Y después de haber ayunado
cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.
4:3 Y vino a él el tentador, y
le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.
4:4 Él respondióy dijo:
Escrito está: No sólo de pan viviráel hombre, sino de
toda palabra que sale de la boca de Dios.
4:5 Entonces el diablo le llevóa
la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo,
4:6 y le dijo: Si eres Hijo de Dios,
échate abajo; porque escrito está:
4:7 Jesús le dijo: Escrito
estátambién: No tentarás al Señor tu Dios.
4:8 Otra vez le llevóel diablo
a un monte muy alto, y le mostrótodos los reinos del mundo y la gloria
de ellos,
4:9 y le dijo: Todo esto te daré,
si postrado me adorares.
4:10 Entonces Jesús le dijo: Vete,
Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios
adorarás, y a él sólo servirás.
4:11 El diablo entonces le dejó;
y he aquívinieron ángeles y le servían.
4:12 Cuando Jesús oyóque
Juan estaba preso, volvióa Galilea;
4:13 y dejando a Nazaret, vino y
habitóen Capernaum, ciudad marítima, en la región de
Zabulón y de Neftalí,
4:14 para que se cumpliese lo dicho por
el profeta Isaías, cuando dijo:
4:17 Desde entonces comenzóJesús
a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos
se ha acercado.
4:18 Andando Jesús junto al mar
de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés
su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores.
4:19 Y les dijo: Venid en pos de mí,
y os harépescadores de hombres.
4:20 Ellos entonces, dejando al instante
las redes, le siguieron.
4:21 Pasando de allí, vio a otros
dos hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la barca con
Zebedeo su padre, que remendaban sus redes; y los llamó.
4:22 Y ellos, dejando al instante la
barca y a su padre, le siguieron.
4:23 Y recorrióJesús toda
Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio
del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
4:24 Y se difundiósu fama por
toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos
por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos
y paralíticos; y los sanó.
4:25 Y le siguiómucha gente de
Galilea, de Decápolis, de Jerusalén, de Judea y del otro lado
del Jordán.
5:1 Viendo la multitud, subióal
monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos.
5:2 Y abriendo su boca les enseñaba,
diciendo:
5:3 Bienaventurados los pobres en
espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
5:4 Bienaventurados los que lloran, porque
ellos recibirán consolación.
5:5 Bienaventurados los mansos, porque
ellos recibirán la tierra por heredad.
5:6 Bienaventurados los que tienen hambre
y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
5:7 Bienaventurados los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán misericordia.
5:8 Bienaventurados los de limpio
corazón, porque ellos verán a Dios.
5:9 Bienaventurados los pacificadores,
porque ellos serán llamados hijos de Dios.
5:10 Bienaventurados los que padecen
persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino
de los cielos.
5:11 Bienaventurados sois cuando por
mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros,
mintiendo.
5:12 Gozaos y alegraos, porque vuestro
galardón es grande en los cielos; porque asípersiguieron a
los profetas que fueron antes de vosotros.
5:13 Vosotros sois la sal de la tierra;
pero si la sal se desvaneciere, ¿con quéserásalada? No
sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los
hombres.
5:14 Vosotros sois la luz del mundo;
una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.
5:15 Ni se enciende una luz y se pone
debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que
están en casa.
5:16 Asíalumbre vuestra luz delante
de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro
Padre que estáen los cielos.
5:17 No penséis que he venido
para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para
cumplir.
5:18 Porque de cierto os digo que hasta
que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasaráde
la ley, hasta que todo se haya cumplido.
5:19 De manera que cualquiera que quebrante
uno de estos mandamientos muy pequeños, y asíenseñe
a los hombres, muy pequeño serállamado en el reino de los cielos;
mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste serállamado
grande en el reino de los cielos.
5:20 Porque os digo que si vuestra justicia
no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en
el reino de los cielos.
5:21 Oísteis que fue dicho a los
antiguos: No matarás; y cualquiera que matare seráculpable
de juicio.
5:22 Pero yo os digo que cualquiera que
se enoje contra su hermano, seráculpable de juicio; y cualquiera que
diga: Necio, a su hermano, seráculpable ante el concilio; y cualquiera
que le diga: Fatuo, quedaráexpuesto al infierno de fuego.
5:23 Por tanto, si traes tu ofrenda al
altar, y allíte acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti,
5:24 deja allítu ofrenda delante
del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces
ven y presenta tu ofrenda.
5:25 Ponte de acuerdo con tu adversario
pronto, entre tanto que estás con él en el camino, no sea que
el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en
la cárcel.
5:26 De cierto te digo que no saldrás
de allí, hasta que pagues el último cuadrante.
5:27 Oísteis que fue dicho: No
cometerás adulterio.
5:28 Pero yo os digo que cualquiera que
mira a una mujer para codiciarla, ya adulterócon ella en su corazón.
5:29 Por tanto, si tu ojo derecho te
es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor
te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado
al infierno.
5:30 Y si tu mano derecha te es ocasión
de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda
uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.
5:31 También fue dicho: Cualquiera
que repudie a su mujer, dele carta de divorcio.
5:32 Pero yo os digo que el que repudia
a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere;
y el que se casa con la repudiada, comete adulterio.
5:33 Además habéis oído
que fue dicho a los antiguos: No perjurarás, sino cumplirás
al Señor tus juramentos.
5:34 Pero yo os digo: No juréis
en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios;
5:35 ni por la tierra, porque es el estrado
de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey.
5:36 Ni por tu cabeza jurarás,
porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello.
5:37 Pero sea vuestro hablar: Sí,
sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.
5:38 Oísteis que fue dicho: Ojo
por ojo, y diente por diente.
5:39 Pero yo os digo: No resistáis
al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha,
vuélvele también la otra;
5:40 y al que quiera ponerte a pleito
y quitarte la túnica, déjale también la capa;
5:41 y a cualquiera que te obligue a
llevar carga por una milla, ve con él dos.
5:42 Al que te pida, dale; y al que quiera
tomar de ti prestado, no se lo rehúses.
5:43 Oísteis que fue dicho:
Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo.
5:44 Pero yo os digo: Amad a vuestros
enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen,
y orad por los que os ultrajan y os persiguen;
5:45 para que seáis hijos de vuestro
Padre que estáen los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos,
y que hace llover sobre justos e injustos.
5:46 Porque si amáis a los que
os aman, ¿quérecompensa tendréis? ¿No hacen también
lo mismo los publicanos?
5:47 Y si saludáis a vuestros
hermanos solamente, ¿quéhacéis de más? ¿No
hacen también asílos gentiles?
5:48 Sed, pues, vosotros perfectos, como
vuestro Padre que estáen los cielos es perfecto.
6:1 Guardaos de hacer vuestra justicia
delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no
tendréis recompensa de vuestro Padre que estáen los cielos.
6:2 Cuando, pues, des limosna, no hagas
tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas
y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que
ya tienen su recompensa.
6:3 Mas cuando túdes limosna,
no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha,
6:4 para que sea tu limosna en secreto;
y tu Padre que ve en lo secreto te recompensaráen público.
6:5 Y cuando ores, no seas como los
hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en
las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os
digo que ya tienen su recompensa.
6:6 Mas tú, cuando ores, entra
en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que estáen secreto;
y tu Padre que ve en lo secreto te recompensaráen público.
6:7 Y orando, no uséis vanas
repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería
serán oídos.
6:8 No os hagáis, pues, semejantes
a ellos; porque vuestro Padre sabe de quécosas tenéis necesidad,
antes que vosotros le pidáis.
6:9 Vosotros, pues, oraréis así:
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
6:10 Venga tu reino. Hágase tu
voluntad, como en el cielo, asítambién en la tierra.
6:11 El pan nuestro de cada día,
dánoslo hoy.
6:12 Y perdónanos nuestras deudas,
como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
6:13 Y no nos metas en tentación,
mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria,
por todos los siglos. Amén.
6:14 Porque si perdonáis a los
hombres sus ofensas, os perdonarátambién a vosotros vuestro
Padre celestial;
6:15 mas si no perdonáis a los
hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonarávuestras ofensas.
6:16 Cuando ayunéis, no seáis
austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para
mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
6:17 Pero tú, cuando ayunes, unge
tu cabeza y lava tu rostro,
6:18 para no mostrar a los hombres que
ayunas, sino a tu Padre que estáen secreto; y tu Padre que ve en lo
secreto te recompensaráen público.
6:19 No os hagáis tesoros en la
tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan
y hurtan;
6:20 sino haceos tesoros en el cielo,
donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan
ni hurtan.
6:21 Porque donde estévuestro
tesoro, allíestarátambién vuestro corazón.
6:22 La lámpara del cuerpo es
el ojo; asíque, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estarálleno
de luz;
6:23 pero si tu ojo es maligno, todo
tu cuerpo estaráen tinieblas. Asíque, si la luz que en ti hay
es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?
6:24 Ninguno puede servir a dos
señores; porque o aborreceráal uno y amaráal otro, o
estimaráal uno y menospreciaráal otro. No podéis servir
a Dios y a las riquezas.
6:25 Por tanto os digo: No os afanéis
por vuestra vida, quéhabéis de comer o quéhabéis
de beber; ni por vuestro cuerpo, quéhabéis de vestir. ¿No
es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
6:26 Mirad las aves del cielo, que no
siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las
alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?
6:27 ¿Y quién de vosotros
podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?
6:28 Y por el vestido, ¿por quéos
afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan
ni hilan;
6:29 pero os digo, que ni aun Salomón
con toda su gloria se vistióasícomo uno de ellos.
6:30 Y si la hierba del campo que hoy
es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no
harámucho más a vosotros, hombres de poca fe?
6:31 No os afanéis, pues, diciendo:
¿Quécomeremos, o québeberemos, o quévestiremos?
6:32 Porque los gentiles buscan todas
estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad
de todas estas cosas.
6:33 Mas buscad primeramente el reino
de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
6:34 Asíque, no os afanéis
por el día de mañana, porque el día de mañana
traerásu afán. Basta a cada día su propio mal.
7:1 No juzguéis, para que no
seáis juzgados.
7:2 Porque con el juicio con que
juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís,
os serámedido.
7:3 ¿Y por quémiras la paja
que estáen el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que
estáen tu propio ojo?
7:4 ¿O cómo dirás
a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquíla viga
en el ojo tuyo?
7:5 ¡Hipócrita! saca primero
la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja
del ojo de tu hermano.
7:6 No deis lo santo a los perros, ni
echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen,
y se vuelvan y os despedacen.
7:7 Pedid, y se os dará; buscad,
y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
7:8 Porque todo aquel que pide, recibe;
y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
7:9 ¿Quéhombre hay de vosotros,
que si su hijo le pide pan, le daráuna piedra?
7:10 ¿O si le pide un pescado, le
daráuna serpiente?
7:11 Pues si vosotros, siendo malos,
sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto
más vuestro Padre que estáen los cielos darábuenas cosas
a los que le pidan?
7:12 Asíque, todas las cosas que
queráis que los hombres hagan con vosotros, asítambién
haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.
7:13 Entrad por la puerta estrecha; porque
ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición,
y muchos son los que entran por ella;
7:14 porque estrecha es la puerta, y
angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.
7:15 Guardaos de los falsos profetas,
que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.
7:16 Por sus frutos los conoceréis.
¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?
7:17 Así, todo buen árbol
da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.
7:18 No puede el buen árbol dar
malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos.
7:19 Todo árbol que no da buen
fruto, es cortado y echado en el fuego.
7:20 Asíque, por sus frutos los
conoceréis.
7:21 No todo el que me dice: Señor,
Señor, entraráen el reino de los cielos, sino el que hace la
voluntad de mi Padre que estáen los cielos.
7:22 Muchos me dirán en aquel
día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre,
y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
7:23 Y entonces les declararé:
Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.
7:24 Cualquiera, pues, que me oye estas
palabras, y las hace, le compararéa un hombre prudente, que
edificósu casa sobre la roca.
7:25 Descendiólluvia, y vinieron
ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no
cayó, porque estaba fundada sobre la roca.
7:26 Pero cualquiera que me oye estas
palabras y no las hace, le compararéa un hombre insensato, que
edificósu casa sobre la arena;
7:27 y descendiólluvia, y vinieron
ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella
casa; y cayó, y fue grande su ruina.
7:28 Y cuando terminóJesús
estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina;
7:29 porque les enseñaba como
quien tiene autoridad, y no como los escribas.
8:1 Cuando descendióJesús
del monte, le seguía mucha gente.
8:2 Y he aquívino un leproso y
se postróante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes
limpiarme.
8:3 Jesús extendióla mano
y le tocó, diciendo: Quiero; sélimpio. Y al instante su lepra
desapareció.
8:4 Entonces Jesús le dijo: Mira,
no lo digas a nadie; sino ve, muéstrate al sacerdote, y presenta la
ofrenda que ordenóMoisés, para testimonio a ellos.
8:5 Entrando Jesús en Capernaum,
vino a él un centurión, rogándole,
8:6 y diciendo: Señor, mi criado
estápostrado en casa, paralítico, gravemente atormentado.
8:7 Y Jesús le dijo: Yo iréy
le sanaré.
8:8 Respondióel centurión
y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente
díla palabra, y mi criado sanará.
8:9 Porque también yo soy hombre
bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste:
Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace.
8:10 Al oírlo Jesús, se
maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo,
que ni aun en Israel he hallado tanta fe.
8:11 Y os digo que vendrán muchos
del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob
en el reino de los cielos;
8:12 mas los hijos del reino serán
echados a las tinieblas de afuera; allíseráel lloro y el crujir
de dientes.
8:13 Entonces Jesús dijo al
centurión: Ve, y como creíste, te sea hecho. Y su criado fue
sanado en aquella misma hora.
8:14 Vino Jesús a casa de Pedro,
y vio a la suegra de éste postrada en cama, con fiebre.
8:15 Y tocósu mano, y la fiebre
la dejó; y ella se levantó, y les servía.
8:16 Y cuando llególa noche, trajeron
a él muchos endemoniados; y con la palabra echófuera a los
demonios, y sanóa todos los enfermos;
8:17 para que se cumpliese lo dicho por
el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomónuestras enfermedades,
y llevónuestras dolencias.
8:18 Viéndose Jesús rodeado
de mucha gente, mandópasar al otro lado.
8:19 Y vino un escriba y le dijo: Maestro,
te seguiréadondequiera que vayas.
8:20 Jesús le dijo: Las zorras
tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene
dónde recostar su cabeza.
8:21 Otro de sus discípulos le
dijo: Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre.
8:22 Jesús le dijo: Sígueme;
deja que los muertos entierren a sus muertos.
8:23 Y entrando él en la barca,
sus discípulos le siguieron.
8:24 Y he aquíque se levantóen
el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero
él dormía.
8:25 Y vinieron sus discípulos
y le despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos!
8:26 El les dijo: ¿Por
quéteméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose,
reprendióa los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza.
8:27 Y los hombres se maravillaron, diciendo:
¿Quéhombre es éste, que aun los vientos y el mar le obedecen?
8:28 Cuando llegóa la otra orilla,
a la tierra de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que
salían de los sepulcros, feroces en gran manera, tanto que nadie
podía pasar por aquel camino.
8:29 Y clamaron diciendo:
¿Quétienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has
venido acápara atormentarnos antes de tiempo?
8:30 Estaba paciendo lejos de ellos un
hato de muchos cerdos.
8:31 Y los demonios le rogaron diciendo:
Si nos echas fuera, permítenos ir a aquel hato de cerdos.
8:32 El les dijo: Id. Y ellos salieron,
y se fueron a aquel hato de cerdos; y he aquí, todo el hato de cerdos
se precipitóen el mar por un despeñadero, y perecieron en las
aguas.
8:33 Y los que los apacentaban huyeron,
y viniendo a la ciudad, contaron todas las cosas, y lo que había pasado
con los endemoniados.
8:34 Y toda la ciudad salióal
encuentro de Jesús; y cuando le vieron, le rogaron que se fuera de
sus contornos.
9:1 Entonces, entrando Jesús en
la barca, pasóal otro lado y vino a su ciudad.
9:2 Y sucedióque le trajeron un
paralítico, tendido sobre una cama; y al ver Jesús la fe de
ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo; tus pecados te
son perdonados.
9:3 Entonces algunos de los escribas
decían dentro de sí: Este blasfema.
9:4 Y conociendo Jesús los
pensamientos de ellos, dijo: ¿Por quépensáis mal en vuestros
corazones?
9:5 Porque, ¿quées más
fácil, decir: Los pecados te son perdonados, o decir: Levántate
y anda?
9:6 Pues para que sepáis que el
Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dice entonces
al paralítico): Levántate, toma tu cama, y vete a tu casa.
9:7 Entonces él se levantóy
se fue a su casa.
9:8 Y la gente, al verlo, se maravillóy
glorificóa Dios, que había dado tal potestad a los hombres.
9:9 Pasando Jesús de allí,
vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado al banco de los tributos
públicos, y le dijo: Sígueme. Y se levantóy le siguió.
9:10 Y acontecióque estando él
sentado a la mesa en la casa, he aquíque muchos publicanos y pecadores,
que habían venido, se sentaron juntamente a la mesa con Jesús
y sus discípulos.
9:11 Cuando vieron esto los fariseos,
dijeron a los discípulos: ¿Porquécome vuestro Maestro
con los publicanos y pecadores?
9:12 Al oír esto Jesús,
les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos.
9:13 Id, pues, y aprended lo que significa:
Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos,
sino a pecadores, al arrepentimiento.
9:14 Entonces vinieron a él los
discípulos de Juan, diciendo: ¿Por quénosotros y los fariseos
ayunamos muchas veces, y tus discípulos no ayunan?
9:15 Jesús les dijo: ¿Acaso
pueden los que están de bodas tener luto entre tanto que el esposo
estácon ellos? Pero vendrán días cuando el esposo les
seráquitado, y entonces ayunarán.
9:16 Nadie pone remiendo de paño
nuevo en vestido viejo; porque tal remiendo tira del vestido, y se hace peor
la rotura.
9:17 Ni echan vino nuevo en odres viejos;
de otra manera los odres se rompen, y el vino se derrama, y los odres se
pierden; pero echan el vino nuevo en odres nuevos, y lo uno y lo otro se
conservan juntamente.
9:18 Mientras él les decía
estas cosas, vino un hombre principal y se postróante él, diciendo:
Mi hija acaba de morir; mas ven y pon tu mano sobre ella, y vivirá.
9:19 Y se levantóJesús,
y le siguiócon sus discípulos.
9:20 Y he aquíuna mujer enferma
de flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercópor
detrás y tocóel borde de su manto;
9:21 porque decía dentro de sí:
Si tocare solamente su manto, serésalva.
9:22 Pero Jesús, volviéndose
y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y
la mujer fue salva desde aquella hora.
9:23 Al entrar Jesús en la casa
del principal, viendo a los que tocaban flautas, y la gente que hacía
alboroto,
9:24 les dijo: Apartaos, porque la niña
no estámuerta, sino duerme. Y se burlaban de él.
9:25 Pero cuando la gente había
sido echada fuera, entró, y tomóde la mano a la niña,
y ella se levantó.
9:26 Y se difundióla fama de esto
por toda aquella tierra.
9:27 Pasando Jesús de allí,
le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: ¡Ten misericordia de
nosotros, Hijo de David!
9:28 Y llegado a la casa, vinieron a
él los ciegos; y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo
hacer esto? Ellos dijeron: Sí, Señor.
9:29 Entonces les tocólos ojos,
diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho.
9:30 Y los ojos de ellos fueron abiertos.
Y Jesús les encargórigurosamente, diciendo: Mirad que nadie
lo sepa.
9:31 Pero salidos ellos, divulgaron la
fama de él por toda aquella tierra.
9:32 Mientras salían ellos, he
aquí, le trajeron un mudo, endemoniado.
9:33 Y echado fuera el demonio, el mudo
habló; y la gente se maravillaba, y decía: Nunca se ha visto
cosa semejante en Israel.
9:34 Pero los fariseos decían:
Por el príncipe de los demonios echa fuera los demonios.
9:35 Recorría Jesús todas
las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando
el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
9:36 Y al ver las multitudes, tuvo
compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas
que no tienen pastor.
9:37 Entonces dijo a sus discípulos:
A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos.
9:38 Rogad, pues, al Señor de
la mies, que envíe obreros a su mies.
10:1 Entonces llamando a sus doce
discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos,
para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.
10:2 Los nombres de los doce apóstoles
son estos: primero Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano;
Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano;
10:3 Felipe, Bartolomé, Tomás,
Mateo el publicano, Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo, por sobrenombre Tadeo,
10:4 Simón el cananista, y Judas
Iscariote, el que también le entregó.
10:5 A estos doce envióJesús,
y les dio instrucciones, diciendo: Por camino de gentiles no vayáis,
y en ciudad de samaritanos no entréis,
10:6 sino id antes a las ovejas perdidas
de la casa de Israel.
10:7 Y yendo, predicad, diciendo: El
reino de los cielos se ha acercado.
10:8 Sanad enfermos, limpiad leprosos,
resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.
10:9 No os proveáis de oro, ni
plata, ni cobre en vuestros cintos;
10:10 ni de alforja para el camino, ni
de dos túnicas, ni de calzado, ni de bordón; porque el obrero
es digno de su alimento.
10:11 Mas en cualquier ciudad o aldea
donde entréis, informaos quién en ella sea digno, y posad
allíhasta que salgáis.
10:12 Y al entrar en la casa, saludadla.
10:13 Y si la casa fuere digna, vuestra
paz vendrásobre ella; mas si no fuere digna, vuestra paz se volveráa
vosotros.
10:14 Y si alguno no os recibiere, ni
oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo
de vuestros pies.
10:15 De cierto os digo que en el día
del juicio, serámás tolerable el castigo para la tierra de
Sodoma y de Gomorra, que para aquella ciudad.
10:16 He aquí, yo os envío
como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y
sencillos como palomas.
10:17 Y guardaos de los hombres, porque
os entregarán a los concilios, y en sus sinagogas os azotarán;
10:18 y aun ante gobernadores y reyes
seréis llevados por causa de mí, para testimonio a ellos y
a los gentiles.
10:19 Mas cuando os entreguen, no os
preocupéis por cómo o quéhablaréis; porque en
aquella hora os serádado lo que habéis de hablar.
10:20 Porque no sois vosotros los que
habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros.
10:21 El hermano entregaráa la
muerte al hermano, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra
los padres, y los harán morir.
10:22 Y seréis aborrecidos de
todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste
serásalvo.
10:23 Cuando os persigan en esta ciudad,
huid a la otra; porque de cierto os digo, que no acabaréis de recorrer
todas las ciudades de Israel, antes que venga el Hijo de Hombre.
10:24 El discípulo no es más
que su maestro, ni el siervo más que su señor.
10:25 Bástale al discípulo
ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al padre de familia
llamaron Beelzebú, ¿cuánto más a los de su casa?
10:26 Asíque, no los temáis;
porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que
no haya de saberse.
10:27 Lo que os digo en tinieblas, decidlo
en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas.
10:28 Y no temáis a los que matan
el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que
puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.
10:29 ¿No se venden dos pajarillos
por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre.
10:30 Pues aun vuestros cabellos están
todos contados.
10:31 Asíque, no temáis;
más valéis vosotros que muchos pajarillos.
10:32 A cualquiera, pues, que me confiese
delante de los hombres, yo también le confesarédelante de mi
Padre que estáen los cielos.
10:33 Y a cualquiera que me niegue delante
de los hombres, yo también le negarédelante de mi Padre que
estáen los cielos.
10:34 No penséis que he venido
para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada.
10:35 Porque he venido para poner en
disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y
a la nuera contra su suegra;
10:36 y los enemigos del hombre serán
los de su casa.
10:37 El que ama a padre o madre más
que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más
que a mí, no es digno de mí;
10:38 y el que no toma su cruz y sigue
en pos de mí, no es digno de mí.
10:39 El que halla su vida, la perderá;
y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.
10:40 El que a vosotros recibe, a míme
recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.
10:41 El que recibe a un profeta por
cuanto es profeta, recompensa de profeta recibirá; y el que recibe
a un justo por cuanto es justo, recompensa de justo recibirá.
10:42 Y cualquiera que déa uno
de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto
es discípulo, de cierto os digo que no perderásu recompensa.
11:1 Cuando Jesús terminóde
dar instrucciones a sus doce discípulos, se fue de allía
enseñar y a predicar en las ciudades de ellos.
11:2 Y al oír Juan, en la
cárcel, los hechos de Cristo, le enviódos de sus discípulos,
11:3 para preguntarle: ¿Eres
túaquel que había de venir, o esperaremos a otro?
11:4 Respondiendo Jesús, les dijo:
Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis.
11:5 Los ciegos ven, los cojos andan,
los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados,
y a los pobres es anunciado el evangelio;
11:6 y bienaventurado es el que no halle
tropiezo en mí.
11:7 Mientras ellos se iban,
comenzóJesús a decir de Juan a la gente: ¿Quésalisteis
a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por el viento?
11:8 ¿O quésalisteis a ver?
¿A un hombre cubierto de vestiduras delicadas? He aquí, los que
llevan vestiduras delicadas, en las casas de los reyes están.
11:9 Pero ¿quésalisteis a
ver? ¿A un profeta? Sí, os digo, y más que profeta.
11:10 Porque éste es de quien
estáescrito:
11:20 Entonces comenzóa reconvenir
a las ciudades en las cuales había hecho muchos de sus milagros, porque
no se habían arrepentido, diciendo:
11:21 Ay de ti, Corazín! Ay de
ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros
que han sido hechos en vosotras, tiempo ha que se hubieran arrepentido en
cilicio y en ceniza.
11:22 Por tanto os digo que en el día
del juicio, serámás tolerable el castigo para Tiro y para
Sidón, que para vosotras.
11:23 Y tú, Capernaum, que eres
levantada hasta el cielo, hasta el Hades serás abatida; porque si
en Sodoma se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en ti, habría
permanecido hasta el día de hoy.
11:24 Por tanto os digo que en el día
del juicio, serámás tolerable el castigo para la tierra de
Sodoma, que para ti.
11:25 En aquel tiempo, respondiendo
Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra,
porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste
a los niños.
11:26 Sí, Padre, porque asíte
agradó.
11:27 Todas las cosas me fueron entregadas
por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno,
sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.
11:28 Venid a mítodos los que
estáis trabajados y cargados, y yo os harédescansar.
11:29 Llevad mi yugo sobre vosotros,
y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y
hallaréis descanso para vuestras almas;
11:30 porque mi yugo es fácil,
y ligera mi carga.
12:1 En aquel tiempo iba Jesús
por los sembrados en un día de reposo; y sus discípulos tuvieron
hambre, y comenzaron a arrancar espigas y a comer.
12:2 Viéndolo los fariseos, le
dijeron: He aquítus discípulos hacen lo que no es lícito
hacer en el día de reposo.
12:3 Pero él les dijo: ¿No
habéis leído lo que hizo David, cuando él y los que
con él estaban tuvieron hambre;
12:4 cómo entróen la casa
de Dios, y comiólos panes de la proposición, que no les era
lícito comer ni a él ni a los que con él estaban, sino
solamente a los sacerdotes?
12:5 ¿O no habéis leído
en la ley, cómo en el día de reposo los sacerdotes en el templo
profanan el día de reposo, y son sin culpa?
12:6 Pues os digo que uno mayor que el
templo estáaquí.
12:7 Y si supieseis quésignifica:
Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes;
12:8 porque el Hijo del Hombre es Señor
del día de reposo.
12:9 Pasando de allí, vino a la
sinagoga de ellos.
12:10 Y he aquíhabía
allíuno que tenía seca una mano; y preguntaron a Jesús,
para poder acusarle: ¿Es lícito sanar en el día de reposo?
12:11 El les dijo: ¿Quéhombre
habráde vosotros, que tenga una oveja, y si ésta cayere en
un hoyo en día de reposo, no le eche mano, y la levante?
12:12 Pues ¿cuánto más
vale un hombre que una oveja? Por consiguiente, es lícito hacer el
bien en los días de reposo.
12:13 Entonces dijo a aquel hombre: Extiende
tu mano. Y él la extendió, y le fue restaurada sana como la
otra.
12:14 Y salidos los fariseos, tuvieron
consejo contra Jesús para destruirle.
12:15 Sabiendo esto Jesús, se
apartóde allí; y le siguiómucha gente, y sanaba a todos,
12:16 y les encargaba rigurosamente que
no le descubriesen;
12:17 para que se cumpliese lo dicho
por el profeta Isaías, cuando dijo:
12:22 Entonces fue traído a él
un endemoniado, ciego y mudo; y le sanó, de tal manera que el ciego
y mudo veía y hablaba.
12:23 Y toda la gente estaba atónita,
y decía: ¿Seráéste aquel Hijo de David?
12:24 Mas los fariseos, al oírlo,
decían: Este no echa fuera los demonios sino por Beelzebú,
príncipe de los demonios.
12:25 Sabiendo Jesús los pensamientos
de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra símismo, es asolado,
y toda ciudad o casa dividida contra símisma, no permanecerá.
12:26 Y si Satanás echa fuera
a Satanás, contra símismo estádividido; ¿cómo,
pues, permanecerásu reino?
12:27 Y si yo echo fuera los demonios
por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos? Por
tanto, ellos serán vuestros jueces.
12:28 Pero si yo por el Espíritu
de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino
de Dios.
12:29 Porque ¿cómo puede
alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero
no le ata? Y entonces podrásaquear su casa.
12:30 El que no es conmigo, contra
míes; y el que conmigo no recoge, desparrama.
12:31 Por tanto os digo: Todo pecado
y blasfemia seráperdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el
Espíritu no les seráperdonada.
12:32 A cualquiera que dijere alguna
palabra contra el Hijo del Hombre, le seráperdonado; pero al que hable
contra el Espíritu Santo, no le seráperdonado, ni en este siglo
ni en el venidero.
12:33 O haced el árbol bueno,
y su fruto bueno, o haced el árbol malo, y su fruto malo; porque por
el fruto se conoce el árbol.
12:34 ¡Generación de
víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos?
Porque de la abundancia del corazón habla la boca.
12:35 El hombre bueno, del buen tesoro
del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca
malas cosas.
12:36 Mas yo os digo que de toda palabra
ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día
del juicio.
12:37 Porque por tus palabras serás
justificado, y por tus palabras serás condenado.
12:38 Entonces respondieron algunos de
los escribas y de los fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti
señal.
12:39 El respondióy les dijo:
La generación mala y adúltera demanda señal; pero
señal no le serádada, sino la señal del profeta Jonás.
12:40 Porque como estuvo Jonás
en el vientre del gran pez tres días y tres noches,
asíestaráel Hijo del Hombre en el corazón de la tierra
tres días y tres noches.
12:41 Los hombres de Nínive se
levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán;
porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás, y
he aquímás que Jonás en este lugar.
12:42 La reina del Sur se levantaráen
el juicio con esta generación, y la condenará; porque ella
vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de
Salomón, y he aquímás que Salomón en este lugar.
12:43 Cuando el espíritu inmundo
sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla.
12:44 Entonces dice: Volveréa
mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada, barrida
y adornada.
12:45 Entonces va, y toma consigo otros
siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí;
y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero.
Asítambién aconteceráa esta mala generación.
12:46 Mientras él aún hablaba
a la gente, he aquísu madre y sus hermanos estaban afuera, y le
querían hablar.
12:47 Y le dijo uno: He aquítu
madre y tus hermanos están afuera, y te quieren hablar.
12:48 Respondiendo él al que le
decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes
son mis hermanos?
12:49 Y extendiendo su mano hacia sus
discípulos, dijo: He aquími madre y mis hermanos.
12:50 Porque todo aquel que hace la voluntad
de mi Padre que estáen los cielos, ése es mi hermano, y hermana,
y madre.
13:1 Aquel día salióJesús
de la casa y se sentójunto al mar.
13:2 Y se le juntómucha gente;
y entrando él en la barca, se sentó, y toda la gente estaba
en la playa.
13:3 Y les hablómuchas cosas por
parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador salióa sembrar.
13:4 Y mientras sembraba, parte de la
semilla cayójunto al camino; y vinieron las aves y la comieron.
13:5 Parte cayóen pedregales,
donde no había mucha tierra; y brotópronto, porque no tenía
profundidad de tierra;
13:6 pero salido el sol, se quemó;
y porque no tenía raíz, se secó.
13:7 Y parte cayóentre espinos;
y los espinos crecieron, y la ahogaron.
13:8 Pero parte cayóen buena tierra,
y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a
treinta por uno.
13:9 El que tiene oídos para
oír, oiga.
13:10 Entonces, acercándose los
discípulos, le dijeron: ¿Por quéles hablas por
parábolas?
13:11 El respondiendo, les dijo: Porque
a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a
ellos no les es dado.
13:12 Porque a cualquiera que tiene,
se le dará, y tendrámás; pero al que no tiene, aun lo
que tiene le seráquitado.
13:13 Por eso les hablo por parábolas:
porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden.
13:14 De manera que se cumple en ellos
la profecía de Isaías, que dijo:
13:16 Pero bienaventurados vuestros ojos,
porque ven; y vuestros oídos, porque oyen.
13:17 Porque de cierto os digo, que muchos
profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír
lo que oís, y no lo oyeron.
13:18 Oíd, pues, vosotros la
parábola del sembrador:
13:19 Cuando alguno oye la palabra del
reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en
su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino.
13:20 Y el que fue sembrado en pedregales,
éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo;
13:21 pero no tiene raíz en sí,
sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o
la persecución por causa de la palabra, luego tropieza.
13:22 El que fue sembrado entre espinos,
éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y
el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa.
13:23 Mas el que fue sembrado en buena
tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce
a ciento, a sesenta, y a treinta por uno.
13:24 Les refirióotra parábola,
diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembróbuena
semilla en su campo;
13:25 pero mientras dormían los
hombres, vino su enemigo y sembrócizaña entre el trigo, y se
fue.
13:26 Y cuando salióla hierba
y dio fruto, entonces apareciótambién la cizaña.
13:27 Vinieron entonces los siervos del
padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla
en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña?
13:28 El les dijo: Un enemigo ha hecho
esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la
arranquemos?
13:29 El les dijo: No, no sea que al
arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo.
13:30 Dejad crecer juntamente lo uno
y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diréa los segadores:
Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero
recoged el trigo en mi granero.
13:31 Otra parábola les refirió,
diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un
hombre tomóy sembróen su campo;
13:32 el cual a la verdad es la más
pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es la mayor
de las hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que vienen las aves
del cielo y hacen nidos en sus ramas.
13:33 Otra parábola les dijo:
El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomóuna mujer,
y escondióen tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado.
13:34 Todo esto hablóJesús
por parábolas a la gente, y sin parábolas no les hablaba;
13:35 para que se cumpliese lo dicho
por el profeta, cuando dijo:
13:36 Entonces, despedida la gente,
entróJesús en la casa; y acercándose a él sus
discípulos, le dijeron: Explícanos la parábola de la
cizaña del campo.
13:37 Respondiendo él, les dijo:
El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre.
13:38 El campo es el mundo; la buena
semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo.
13:39 El enemigo que la sembróes
el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles.
13:40 De manera que como se arranca la
cizaña, y se quema en el fuego, asíseráen el fin de
este siglo.
13:41 Enviaráel Hijo del Hombre
a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven
de tropiezo, y a los que hacen iniquidad,
13:42 y los echarán en el horno
de fuego; allíseráel lloro y el crujir de dientes.
13:43 Entonces los justos
resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene
oídos para oír, oiga.
13:44 Además, el reino de los
cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre
halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene,
y compra aquel campo.
13:45 También el reino de los
cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas,
13:46 que habiendo hallado una perla
preciosa, fue y vendiótodo lo que tenía, y la compró.
13:47 Asimismo el reino de los cielos
es semejante a una red, que echada en el mar, recoge de toda clase de peces;
13:48 y una vez llena, la sacan a la
orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo malo echan fuera.
13:49 Asíseráal fin del
siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos
de entre los justos,
13:50 y los echarán en el horno
de fuego; allíseráel lloro y el crujir de dientes.
13:51 Jesús les dijo:
¿Habéis entendido todas estas cosas? Ellos respondieron: Sí,
Señor.
13:52 El les dijo: Por eso todo escriba
docto en el reino de los cielos es semejante a un padre de familia, que saca
de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas.
13:53 Acontecióque cuando
terminóJesús estas parábolas, se fue de allí.
13:54 Y venido a su tierra, les
enseñaba en la sinagoga de ellos, de tal manera que se maravillaban,
y decían: ¿De dónde tiene éste esta sabiduría
y estos milagros?
13:55 ¿No es éste el hijo
del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos,
Jacobo, José, Simón y Judas?
13:56 ¿No están todas sus
hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, tiene éste todas
estas cosas?
13:57 Y se escandalizaban de él.
Pero Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su propia tierra
y en su casa.
13:58 Y no hizo allímuchos milagros,
a causa de la incredulidad de ellos.
14:1 En aquel tiempo Herodes el tetrarca
oyóla fama de Jesús,
14:2 y dijo a sus criados: Este es Juan
el Bautista; ha resucitado de los muertos, y por eso actúan en él
estos poderes.
14:3 Porque Herodes había prendido
a Juan, y le había encadenado y metido en la cárcel, por causa
de Herodías, mujer de Felipe su hermano;
14:4 porque Juan le decía: No
te es lícito tenerla.
14:5 Y Herodes quería matarle,
pero temía al pueblo; porque tenían a Juan por profeta.
14:6 Pero cuando se celebraba el
cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzóen medio,
y agradóa Herodes,
14:7 por lo cual éste le
prometiócon juramento darle todo lo que pidiese.
14:8 Ella, instruida primero por su madre,
dijo: Dame aquíen un plato la cabeza de Juan el Bautista.
14:9 Entonces el rey se entristeció;
pero a causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa,
mandóque se la diesen,
14:10 y ordenódecapitar a Juan
en la cárcel.
14:11 Y fue traída su cabeza en
un plato, y dada a la muchacha; y ella la presentóa su madre.
14:12 Entonces llegaron sus discípulos,
y tomaron el cuerpo y lo enterraron; y fueron y dieron las nuevas a Jesús.
14:13 Oyéndolo Jesús, se
apartóde allíen una barca a un lugar desierto y apartado; y
cuando la gente lo oyó, le siguióa pie desde las ciudades.
14:14 Y saliendo Jesús, vio una
gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanóa los que de
ellos estaban enfermos.
14:15 Cuando anochecía, se acercaron
a él sus discípulos, diciendo: El lugar es desierto, y la hora
ya pasada; despide a la multitud, para que vayan por las aldeas y compren
de comer.
14:16 Jesús les dijo: No tienen
necesidad de irse; dadles vosotros de comer.
14:17 Y ellos dijeron: No tenemos
aquísino cinco panes y dos peces.
14:18 El les dijo: Traédmelos
acá.
14:19 Entonces mandóa la gente
recostarse sobre la hierba; y tomando los cinco panes y los dos peces, y
levantando los ojos al cielo, bendijo, y partióy dio los panes a los
discípulos, y los discípulos a la multitud.
14:20 Y comieron todos, y se saciaron;
y recogieron lo que sobróde los pedazos, doce cestas llenas.
14:21 Y los que comieron fueron como
cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.
14:22 En seguida Jesús hizo a
sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra
ribera, entre tanto que él despedía a la multitud.
14:23 Despedida la multitud, subióal
monte a orar aparte; y cuando llególa noche, estaba allísolo.
14:24 Y ya la barca estaba en medio del
mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario.
14:25 Mas a la cuarta vigilia de la noche,
Jesús vino a ellos andando sobre el mar.
14:26 Y los discípulos, viéndole
andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron voces
de miedo.
14:27 Pero en seguida Jesús les
habló, diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!
14:28 Entonces le respondióPedro,
y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las
aguas.
14:29 Y él dijo: Ven. Y descendiendo
Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús.
14:30 Pero al ver el fuerte viento, tuvo
miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor,
sálvame!
14:31 Al momento Jesús, extendiendo
la mano, asióde él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por
quédudaste?
14:32 Y cuando ellos subieron en la barca,
se calmóel viento.
14:33 Entonces los que estaban en la
barca vinieron y le adoraron, diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios.
14:34 Y terminada la travesía,
vinieron a tierra de Genesaret.
14:35 Cuando le conocieron los hombres
de aquel lugar, enviaron noticia por toda aquella tierra alrededor, y trajeron
a él todos los enfermos;
14:36 y le rogaban que les dejase tocar
solamente el borde de su manto; y todos los que lo tocaron, quedaron sanos.
15:1 Entonces se acercaron a Jesús
ciertos escribas y fariseos de Jerusalén, diciendo:
15:2 ¿Por quétus discípulos
quebrantan la tradición de los ancianos? Porque no se lavan las manos
cuando comen pan.
15:3 Respondiendo él, les dijo:
¿Por quétambién vosotros quebrantáis el mandamiento
de Dios por vuestra tradición?
15:4 Porque Dios mandódiciendo:
Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o a la madre, muera
irremisiblemente.
15:5 Pero vosotros decís: Cualquiera
que diga a su padre o a su madre: Es mi ofrenda a Dios todo aquello con que
pudiera ayudarte,
15:6 ya no ha de honrar a su padre o
a su madre. Asíhabéis invalidado el mandamiento de Dios por
vuestra tradición.
15:7 Hipócritas, bien
profetizóde vosotros Isaías, cuando dijo:
15:10 Y llamando a sía la multitud,
les dijo: Oíd, y entended:
15:11 No lo que entra en la boca contamina
al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre.
15:12 Entonces acercándose sus
discípulos, le dijeron: ¿Sabes que los fariseos se ofendieron
cuando oyeron esta palabra?
15:13 Pero respondiendo él, dijo:
Toda planta que no plantómi Padre celestial, serádesarraigada.
15:14 Dejadlos; son ciegos guías
de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo.
15:15 Respondiendo Pedro, le dijo:
Explícanos esta parábola.
15:16 Jesús dijo: ¿También
vosotros sois aún sin entendimiento?
15:17 ¿No entendéis que todo
lo que entra en la boca va al vientre, y es echado en la letrina?
15:18 Pero lo que sale de la boca, del
corazón sale; y esto contamina al hombre.
15:19 Porque del corazón salen
los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones,
los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.
15:20 Estas cosas son las que contaminan
al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre.
15:21 Saliendo Jesús de allí,
se fue a la región de Tiro y de Sidón.
15:22 Y he aquíuna mujer cananea
que había salido de aquella región clamaba, diciéndole:
¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija
es gravemente atormentada por un demonio.
15:23 Pero Jesús no le
respondiópalabra. Entonces acercándose sus discípulos,
le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros.
15:24 El respondiendo, dijo: No soy enviado
sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
15:25 Entonces ella vino y se
postróante él, diciendo: ¡Señor, socórreme!
15:26 Respondiendo él, dijo: No
estábien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos.
15:27 Y ella dijo: Sí, Señor;
pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos.
15:28 Entonces respondiendo Jesús,
dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su
hija fue sanada desde aquella hora.
15:29 PasóJesús de allíy
vino junto al mar de Galilea; y subiendo al monte, se sentóallí.
15:30 Y se le acercómucha gente
que traía consigo a cojos, ciegos, mudos, mancos, y otros muchos enfermos;
y los pusieron a los pies de Jesús, y los sanó;
15:31 de manera que la multitud se
maravillaba, viendo a los mudos hablar, a los mancos sanados, a los cojos
andar, y a los ciegos ver; y glorificaban al Dios de Israel.
15:32 Y Jesús, llamando a sus
discípulos, dijo: Tengo compasión de la gente, porque ya hace
tres días que están conmigo, y no tienen quécomer; y
enviarlos en ayunas no quiero, no sea que desmayen en el camino.
15:33 Entonces sus discípulos
le dijeron: ¿De dónde tenemos nosotros tantos panes en el desierto,
para saciar a una multitud tan grande?
15:34 Jesús les dijo:
¿Cuántos panes tenéis? Y ellos dijeron: Siete, y unos
pocos pececillos.
15:35 Y mandóa la multitud que
se recostase en tierra.
15:36 Y tomando los siete panes y los
peces, dio gracias, los partióy dio a sus discípulos, y los
discípulos a la multitud.
15:37 Y comieron todos, y se saciaron;
y recogieron lo que sobróde los pedazos, siete canastas llenas.
15:38 Y eran los que habían comido,
cuatro mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.
15:39 Entonces, despedida la gente,
entróen la barca, y vino a la región de Magdala.
16:1 Vinieron los fariseos y los saduceos
para tentarle, y le pidieron que les mostrase señal del cielo.
16:2 Mas él respondiendo, les
dijo: Cuando anochece, decís: Buen tiempo; porque el cielo tiene
arreboles.
16:3 Y por la mañana: Hoy
habrátempestad; porque tiene arreboles el cielo nublado.
¡Hipócritas! que sabéis distinguir el aspecto del cielo,
¡mas las señales de los tiempos no podéis!
16:4 La generación mala y
adúltera demanda señal; pero señal no le serádada,
sino la señal del profeta Jonás. Y dejándolos, se fue.
16:5 Llegando sus discípulos al
otro lado, se habían olvidado de traer pan.
16:6 Y Jesús les dijo: Mirad,
guardaos de la levadura de los fariseos y de los saduceos.
16:7 Ellos pensaban dentro de sí,
diciendo: Esto dice porque no trajimos pan.
16:8 Y entendiéndolo Jesús,
les dijo: ¿Por quépensáis dentro de vosotros, hombres
de poca fe, que no tenéis pan?
16:9 ¿No entendéis aún,
ni os acordáis de los cinco panes entre cinco mil hombres, y cuántas
cestas recogisteis?
16:10 ¿Ni de los siete panes entre
cuatro mil, y cuántas canastas recogisteis?
16:11 ¿Cómo es que no
entendéis que no fue por el pan que os dije que os guardaseis de la
levadura de los fariseos y de los saduceos?
16:12 Entonces entendieron que no les
había dicho que se guardasen de la levadura del pan, sino de la doctrina
de los fariseos y de los saduceos.
16:13 Viniendo Jesús a la región
de Cesarea de Filipo, preguntóa sus discípulos, diciendo:
¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?
16:14 Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista;
otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas.
16:15 El les dijo: Y vosotros,
¿quién decís que soy yo?
16:16 Respondiendo Simón Pedro,
dijo: Túeres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
16:17 Entonces le respondióJesús:
Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo
revelócarne ni sangre, sino mi Padre que estáen los cielos.
16:18 Y yo también te digo, que
túeres Pedro, y sobre esta roca edificarémi iglesia; y las
puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
16:19 Y a ti te darélas llaves
del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra seráatado
en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra serádesatado en
los cielos.
16:20 Entonces mandóa sus
discípulos que a nadie dijesen que él era Jesús el Cristo.
16:21 Desde entonces comenzóJesús
a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén
y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas;
y ser muerto, y resucitar al tercer día.
16:22 Entonces Pedro, tomándolo
aparte, comenzóa reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión
de ti; en ninguna manera esto te acontezca.
16:23 Pero él, volviéndose,
dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!;
me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las
de los hombres.
16:24 Entonces Jesús dijo a sus
discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese
a símismo, y tome su cruz, y sígame.
16:25 Porque todo el que quiera salvar
su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí,
la hallará.
16:26 Porque
¿quéaprovecharáal hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere
su alma? ¿O quérecompensa daráel hombre por su alma?
16:27 Porque el Hijo del Hombre
vendráen la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces
pagaráa cada uno conforme a sus obras.
16:28 De cierto os digo que hay algunos
de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta
que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino.
17:1 Seis días después,
Jesús tomóa Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los
llevóaparte a un monte alto;
17:2 y se transfiguródelante de
ellos, y resplandeciósu rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron
blancos como la luz.
17:3 Y he aquíles aparecieron
Moisés y Elías, hablando con él.
17:4 Entonces Pedro dijo a Jesús:
Señor, bueno es para nosotros que estemos aquí; si quieres,
hagamos aquítres enramadas: una para ti, otra para Moisés,
y otra para Elías.
17:5 Mientras él aún hablaba,
una nube de luz los cubrió; y he aquíuna voz desde la nube,
que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él
oíd.
17:6 Al oír esto los discípulos,
se postraron sobre sus rostros, y tuvieron gran temor.
17:7 Entonces Jesús se acercóy
los tocó, y dijo: Levantaos, y no temáis.
17:8 Y alzando ellos los ojos, a nadie
vieron sino a Jesús solo.
17:9 Cuando descendieron del monte,
Jesús les mandó, diciendo: No digáis a nadie la
visión, hasta que el Hijo del Hombre resucite de los muertos.
17:10 Entonces sus discípulos
le preguntaron, diciendo: ¿Por qué, pues, dicen los escribas
que es necesario que Elías venga primero?
17:11 Respondiendo Jesús, les
dijo: A la verdad, Elías viene primero, y restaurarátodas las
cosas.
17:12 Mas os digo que Elías ya
vino, y no le conocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron;
asítambién el Hijo del Hombre padeceráde ellos.
17:13 Entonces los discípulos
comprendieron que les había hablado de Juan el Bautista.
17:14 Cuando llegaron al gentío,
vino a él un hombre que se arrodillódelante de él, diciendo:
17:15 Señor, ten misericordia
de mi hijo, que es lunático, y padece muchísimo; porque muchas
veces cae en el fuego, y muchas en el agua.
17:16 Y lo he traído a tus
discípulos, pero no le han podido sanar.
17:17 Respondiendo Jesús, dijo:
¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo
he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar?
Traédmelo acá.
17:18 Y reprendióJesús
al demonio, el cual saliódel muchacho, y éste quedósano
desde aquella hora.
17:19 Viniendo entonces los discípulos
a Jesús, aparte, dijeron: ¿Por quénosotros no pudimos
echarlo fuera?
17:20 Jesús les dijo: Por vuestra
poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza,
diréis a este monte: Pásate de aquíallá, y se
pasará; y nada os seráimposible.
17:21 Pero este género no sale
sino con oración y ayuno.
17:22 Estando ellos en Galilea, Jesús
les dijo: El Hijo del Hombre seráentregado en manos de hombres,
17:23 y le matarán; mas al tercer
día resucitará. Y ellos se entristecieron en gran manera.
17:24 Cuando llegaron a Capernaum, vinieron
a Pedro los que cobraban las dos dracmas, y le dijeron: ¿Vuestro Maestro
no paga las dos dracmas?
17:25 El dijo: Sí. Y al entrar
él en casa, Jesús le hablóprimero, diciendo:
¿Quéte parece, Simón? Los reyes de la tierra, ¿de
quiénes cobran los tributos o los impuestos? ¿De sus hijos, o
de los extraños?
17:26 Pedro le respondió: De los
extraños. Jesús le dijo: Luego los hijos están exentos.
17:27 Sin embargo, para no ofenderles,
ve al mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que saques, tómalo,
y al abrirle la boca, hallarás un estatero; tómalo, y dáselo
por míy por ti.
18:1 En aquel tiempo los discípulos
vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino
de los cielos?
18:2 Y llamando Jesús a un niño,
lo puso en medio de ellos,
18:3 y dijo: De cierto os digo, que si
no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis
en el reino de los cielos.
18:4 Asíque, cualquiera que se
humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los
cielos.
18:5 Y cualquiera que reciba en mi nombre
a un niño como este, a míme recibe.
18:6 Y cualquiera que haga tropezar a
alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que
se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese
en lo profundo del mar.
18:7 ¡Ay del mundo por los tropiezos!
porque es necesario que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel hombre por
quien viene el tropiezo!
18:8 Por tanto, si tu mano o tu pie te
es ocasión de caer, córtalo y échalo de ti; mejor te
es entrar en la vida cojo o manco, que teniendo dos manos o dos pies ser
echado en el fuego eterno.
18:9 Y si tu ojo te es ocasión
de caer, sácalo y échalo de ti; mejor te es entrar con un solo
ojo en la vida, que teniendo dos ojos ser echado en el infierno de fuego.
18:10 Mirad que no menospreciéis
a uno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en
los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que estáen los cielos.
18:11 Porque el Hijo del Hombre ha venido
para salvar lo que se había perdido.
18:12 ¿Quéos parece? Si un
hombre tiene cien ovejas, y se descarría una de ellas, ¿no deja
las noventa y nueve y va por los montes a buscar la que se había
descarriado?
18:13 Y si acontece que la encuentra,
de cierto os digo que se regocija más por aquélla, que por
las noventa y nueve que no se descarriaron.
18:14 Así, no es la voluntad de
vuestro Padre que estáen los cielos, que se pierda uno de estos
pequeños.
18:15 Por tanto, si tu hermano peca contra
ti, ve y repréndele estando túy él solos; si te oyere,
has ganado a tu hermano.
18:16 Mas si no te oyere, toma aún
contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda
palabra.
18:17 Si no los oyere a ellos, dilo a
la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.
18:18 De cierto os digo que todo lo que
atéis en la tierra, seráatado en el cielo; y todo lo que
desatéis en la tierra, serádesatado en el cielo.
18:19 Otra vez os digo, que si dos de
vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que
pidieren, les seráhecho por mi Padre que estáen los cielos.
18:20 Porque donde están dos o
tres congregados en mi nombre, allíestoy yo en medio de ellos.
18:21 Entonces se le acercóPedro
y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaréa mi
hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?
18:22 Jesús le dijo: No te digo
hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.
18:23 Por lo cual el reino de los cielos
es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos.
18:24 Y comenzando a hacer cuentas, le
fue presentado uno que le debía diez mil talentos.
18:25 A éste, como no pudo pagar,
ordenósu señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que
tenía, para que se le pagase la deuda.
18:26 Entonces aquel siervo, postrado,
le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo
pagarétodo.
18:27 El señor de aquel siervo,
movido a misericordia, le soltóy le perdonóla deuda.
18:28 Pero saliendo aquel siervo,
hallóa uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y
asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes.
18:29 Entonces su consiervo,
postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo,
y yo te lo pagarétodo.
18:30 Mas él no quiso, sino fue
y le echóen la cárcel, hasta que pagase la deuda.
18:31 Viendo sus consiervos lo que pasaba,
se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo
que había pasado.
18:32 Entonces, llamándole su
señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné,
porque me rogaste.
18:33 ¿No debías
tútambién tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve
misericordia de ti?
18:34 Entonces su señor, enojado,
le entregóa los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía.
18:35 Asítambién mi Padre
celestial harácon vosotros si no perdonáis de todo corazón
cada uno a su hermano sus ofensas.
19:1 Acontecióque cuando Jesús
terminóestas palabras, se alejóde Galilea, y fue a las regiones
de Judea al otro lado del Jordán.
19:2 Y le siguieron grandes multitudes,
y los sanóallí.
19:3 Entonces vinieron a él los
fariseos, tentándole y diciéndole: ¿Es lícito al
hombre repudiar a su mujer por cualquier causa?
19:4 El, respondiendo, les dijo: ¿No
habéis leído que el que los hizo al principio, varón
y hembra los hizo,
19:5 y dijo: Por esto el hombre
dejarápadre y madre, y se uniráa su mujer, y los dos serán
una sola carne?
19:6 Asíque no son ya más
dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe
el hombre.
19:7 Le dijeron: ¿Por qué,
pues, mandóMoisés dar carta de divorcio, y repudiarla?
19:8 El les dijo: Por la dureza de vuestro
corazón Moisés os permitiórepudiar a vuestras mujeres;
mas al principio no fue así.
19:9 Y yo os digo que cualquiera que
repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con
otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera.
19:10 Le dijeron sus discípulos:
Si asíes la condición del hombre con su mujer, no conviene
casarse.
19:11 Entonces él les dijo: No
todos son capaces de recibir esto, sino aquellos a quienes es dado.
19:12 Pues hay eunucos que nacieron
asídel vientre de su madre, y hay eunucos que son hechos eunucos por
los hombres, y hay eunucos que a símismos se hicieron eunucos por
causa del reino de los cielos. El que sea capaz de recibir esto, que lo reciba.
19:13 Entonces le fueron presentados
unos niños, para que pusiese las manos sobre ellos, y orase; y los
discípulos les reprendieron.
19:14 Pero Jesús dijo: Dejad a
los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de
los tales es el reino de los cielos.
19:15 Y habiendo puesto sobre ellos las
manos, se fue de allí.
19:16 Entonces vino uno y le dijo: Maestro
bueno, ¿québien harépara tener la vida eterna?
19:17 El le dijo: ¿Por quéme
llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en
la vida, guarda los mandamientos.
19:18 Le dijo: ¿Cuáles? Y
Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás.
No dirás falso testimonio.
19:19 Honra a tu padre y a tu madre;
y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
19:20 El joven le dijo: Todo esto lo
he guardado desde mi juventud. ¿Quémás me falta?
19:21 Jesús le dijo: Si quieres
ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás
tesoro en el cielo; y ven y sígueme.
19:22 Oyendo el joven esta palabra, se
fue triste, porque tenía muchas posesiones.
19:23 Entonces Jesús dijo a sus
discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entraráun
rico en el reino de los cielos.
19:24 Otra vez os digo, que es más
fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico
en el reino de Dios.
19:25 Sus discípulos, oyendo esto,
se asombraron en gran manera, diciendo: ¿Quién, pues, podráser
salvo?
19:26 Y mirándolos Jesús,
les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible.
19:27 Entonces respondiendo Pedro, le
dijo: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido;
¿qué, pues, tendremos?
19:28 Y Jesús les dijo: De cierto
os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente
en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también
os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.
19:29 Y cualquiera que haya dejado casas,
o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por
mi nombre, recibirácien veces más, y heredarála vida
eterna.
19:30 Pero muchos primeros serán
postreros, y postreros, primeros.
20:1 Porque el reino de los cielos es
semejante a un hombre, padre de familia, que saliópor la mañana
a contratar obreros para su viña.
20:2 Y habiendo convenido con los obreros
en un denario al día, los envióa su viña.
20:3 Saliendo cerca de la hora tercera
del día, vio a otros que estaban en la plaza desocupados;
20:4 y les dijo: Id también vosotros
a mi viña, y os darélo que sea justo. Y ellos fueron.
20:5 Salióotra vez cerca de las
horas sexta y novena, e hizo lo mismo.
20:6 Y saliendo cerca de la hora
undécima, hallóa otros que estaban desocupados; y les dijo:
¿Por quéestáis aquítodo el día desocupados?
20:7 Le dijeron: Porque nadie nos ha
contratado. El les dijo: Id también vosotros a la viña, y
recibiréis lo que sea justo.
20:8 Cuando llególa noche, el
señor de la viña dijo a su mayordomo: Llama a los obreros y
págales el jornal, comenzando desde los postreros hasta los primeros.
20:9 Y al venir los que habían
ido cerca de la hora undécima, recibieron cada uno un denario.
20:10 Al venir también los primeros,
pensaron que habían de recibir más; pero también ellos
recibieron cada uno un denario.
20:11 Y al recibirlo, murmuraban contra
el padre de familia,
20:12 diciendo: Estos postreros han trabajado
una sola hora, y los has hecho iguales a nosotros, que hemos soportado la
carga y el calor del día.
20:13 El, respondiendo, dijo a uno de
ellos: Amigo, no te hago agravio; ¿no conviniste conmigo en un denario?
20:14 Toma lo que es tuyo, y vete; pero
quiero dar a este postrero, como a ti.
20:15 ¿No me es lícito hacer
lo que quiero con lo mío? ¿O tienes túenvidia, porque
yo soy bueno?
20:16 Así, los primeros serán
postreros, y los postreros, primeros; porque muchos son llamados, mas pocos
escogidos.
20:17 Subiendo Jesús a
Jerusalén, tomóa sus doce discípulos aparte en el camino,
y les dijo:
20:18 He aquísubimos a
Jerusalén, y el Hijo del Hombre seráentregado a los principales
sacerdotes y a los escribas, y le condenarán a muerte;
20:19 y le entregarán a los gentiles
para que le escarnezcan, le azoten, y le crucifiquen; mas al tercer día
resucitará.
20:20 Entonces se le acercóla
madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, postrándose ante él
y pidiéndole algo.
20:21 El le dijo: ¿Quéquieres?
Ella le dijo: Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos míos,
el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda.
20:22 Entonces Jesús respondiendo,
dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del
vaso que yo he de beber, y ser bautizados con el bautismo con que yo soy
bautizado? Y ellos le dijeron: Podemos.
20:23 El les dijo: A la verdad, de mi
vaso beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis
bautizados; pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío
darlo, sino a aquellos para quienes estápreparado por mi Padre.
20:24 Cuando los diez oyeron esto, se
enojaron contra los dos hermanos.
20:25 Entonces Jesús,
llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones
se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas
potestad.
20:26 Mas entre vosotros no
seráasí, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros
serávuestro servidor,
20:27 y el que quiera ser el primero
entre vosotros serávuestro siervo;
20:28 como el Hijo del Hombre no vino
para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
20:29 Al salir ellos de Jericó,
le seguía una gran multitud.
20:30 Y dos ciegos que estaban sentados
junto al camino, cuando oyeron que Jesús pasaba, clamaron, diciendo:
¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros!
20:31 Y la gente les reprendiópara
que callasen; pero ellos clamaban más, diciendo: ¡Señor,
Hijo de David, ten misericordia de nosotros!
20:32 Y deteniéndose Jesús,
los llamó, y les dijo: ¿Quéqueréis que os haga?
20:33 Ellos le dijeron: Señor,
que sean abiertos nuestros ojos.
20:34 Entonces Jesús, compadecido,
les tocólos ojos, y en seguida recibieron la vista; y le siguieron.
21:1 Cuando se acercaron a Jerusalén,
y vinieron a Betfagé, al monte de los Olivos, Jesús enviódos
discípulos,
21:2 diciéndoles: Id a la aldea
que estáenfrente de vosotros, y luego hallaréis una asna atada,
y un pollino con ella; desatadla, y traédmelos.
21:3 Y si alguien os dijere algo, decid:
El Señor los necesita; y luego los enviará.
21:4 Todo esto aconteciópara que
se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando dijo:
21:6 Y los discípulos fueron,
e hicieron como Jesús les mandó;
21:7 y trajeron el asna y el pollino,
y pusieron sobre ellos sus mantos; y él se sentóencima.
21:8 Y la multitud, que era muy numerosa,
tendía sus mantos en el camino; y otros cortaban ramas de los
árboles, y las tendían en el camino.
21:9 Y la gente que iba delante y la
que iba detrás aclamaba, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David!
¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en
las alturas!
21:10 Cuando entróél en
Jerusalén, toda la ciudad se conmovió, diciendo: ¿Quién
es éste?
21:11 Y la gente decía: Este es
Jesús el profeta, de Nazaret de Galilea.
21:12 Y entróJesús en el
templo de Dios, y echófuera a todos los que vendían y compraban
en el templo, y volcólas mesas de los cambistas, y las sillas de los
que vendían palomas;
21:13 y les dijo: Escrito está:
Mi casa, casa de oración serállamada; mas vosotros la habéis
hecho cueva de ladrones.
21:14 Y vinieron a él en el templo
ciegos y cojos, y los sanó.
21:15 Pero los principales sacerdotes
y los escribas, viendo las maravillas que hacía, y a los muchachos
aclamando en el templo y diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! se indignaron,
21:16 y le dijeron: ¿Oyes lo que
éstos dicen? Y Jesús les dijo: Sí; ¿nunca
leísteis:
21:17 Y dejándolos, saliófuera
de la ciudad a Betania, y posóallí.
21:18 Por la mañana, volviendo
a la ciudad, tuvo hambre.
21:19 Y viendo una higuera cerca del
camino, vino a ella, y no hallónada en ella, sino hojas solamente;
y le dijo: Nunca jamás nazca de ti fruto. Y luego se secóla
higuera.
21:20 Viendo esto los discípulos,
decían maravillados: ¿Cómo es que se secóen seguida
la higuera?
21:21 Respondiendo Jesús, les
dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo
haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis:
Quítate y échate en el mar, seráhecho.
21:22 Y todo lo que pidiereis en
oración, creyendo, lo recibiréis.
21:23 Cuando vino al templo, los principales
sacerdotes y los ancianos del pueblo se acercaron a él mientras
enseñaba, y le dijeron: ¿Con quéautoridad haces estas
cosas? ¿y quién te dio esta autoridad?
21:24 Respondiendo Jesús, les
dijo: Yo también os haréuna pregunta, y si me la contestáis,
también yo os dirécon quéautoridad hago estas cosas.
21:25 El bautismo de Juan, ¿de
dónde era? ¿Del cielo, o de los hombres? Ellos entonces
discutían entre sí, diciendo: Si decimos, del cielo, nos
dirá: ¿Por qué, pues, no le creísteis?
21:26 Y si decimos, de los hombres, tememos
al pueblo; porque todos tienen a Juan por profeta.
21:27 Y respondiendo a Jesús,
dijeron: No sabemos. Y él también les dijo: Tampoco yo os digo
con quéautoridad hago estas cosas.
21:28 Pero ¿quéos parece?
Un hombre tenía dos hijos, y acercándose al primero, le dijo:
Hijo, véhoy a trabajar en mi viña.
21:29 Respondiendo él, dijo: No
quiero; pero después, arrepentido, fue.
21:30 Y acercándose al otro, le
dijo de la misma manera; y respondiendo él, dijo: Sí, señor,
voy. Y no fue.
21:31 ¿Cuál de los dos hizo
la voluntad de su padre? Dijeron ellos: El primero. Jesús les dijo:
De cierto os digo, que los publicanos y las rameras van delante de vosotros
al reino de Dios.
21:32 Porque vino a vosotros Juan en
camino de justicia, y no le creísteis; pero los publicanos y las rameras
le creyeron; y vosotros, viendo esto, no os arrepentisteis después
para creerle.
21:33 Oíd otra parábola:
Hubo un hombre, padre de familia, el cual plantóuna viña, la
cercóde vallado, cavóen ella un lagar, edificóuna torre,
y la arrendóa unos labradores, y se fue lejos.
21:34 Y cuando se acercóel tiempo
de los frutos, enviósus siervos a los labradores, para que recibiesen
sus frutos.
21:35 Mas los labradores, tomando a los
siervos, a uno golpearon, a otro mataron, y a otro apedrearon.
21:36 Envióde nuevo otros siervos,
más que los primeros; e hicieron con ellos de la misma manera.
21:37 Finalmente les enviósu hijo,
diciendo: Tendrán respeto a mi hijo.
21:38 Mas los labradores, cuando vieron
al hijo, dijeron entre sí: Este es el heredero; venid, matémosle,
y apoderémonos de su heredad.
21:39 Y tomándole, le echaron
fuera de la viña, y le mataron.
21:40 Cuando venga, pues, el señor
de la viña, ¿quéharáa aquellos labradores?
21:41 Le dijeron: A los malos
destruirásin misericordia, y arrendarásu viña a otros
labradores, que le paguen el fruto a su tiempo.
21:42 Jesús les dijo: ¿Nunca
leísteis en las Escrituras:
21:43 Por tanto os digo, que el reino
de Dios seráquitado de vosotros, y serádado a gente que produzca
los frutos de él.
21:44 Y el que cayere sobre esta piedra
seráquebrantado; y sobre quien ella cayere, le desmenuzará.
21:45 Y oyendo sus parábolas los
principales sacerdotes y los fariseos, entendieron que hablaba de ellos.
21:46 Pero al buscar cómo echarle
mano, temían al pueblo, porque éste le tenía por profeta.
22:1 Respondiendo Jesús, les
volvióa hablar en parábolas, diciendo:
22:2 El reino de los cielos es semejante
a un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo;
22:3 y envióa sus siervos a llamar
a los convidados a las bodas; mas éstos no quisieron venir.
22:4 Volvióa enviar otros siervos,
diciendo: Decid a los convidados: He aquí, he preparado mi comida;
mis toros y animales engordados han sido muertos, y todo estádispuesto;
venid a las bodas.
22:5 Mas ellos, sin hacer caso, se fueron,
uno a su labranza, y otro a sus negocios;
22:6 y otros, tomando a los siervos,
los afrentaron y los mataron.
22:7 Al oírlo el rey, se enojó;
y enviando sus ejércitos, destruyóa aquellos homicidas, y
quemósu ciudad.
22:8 Entonces dijo a sus siervos: Las
bodas a la verdad están preparadas; mas los que fueron convidados
no eran dignos.
22:9 Id, pues, a las salidas de los caminos,
y llamad a las bodas a cuantos halléis.
22:10 Y saliendo los siervos por los
caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y
las bodas fueron llenas de convidados.
22:11 Y entróel rey para ver a
los convidados, y vio allía un hombre que no estaba vestido de boda.
22:12 Y le dijo: Amigo, ¿cómo
entraste aquí, sin estar vestido de boda? Mas él enmudeció.
22:13 Entonces el rey dijo a los que
servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera;
allíseráel lloro y el crujir de dientes.
22:14 Porque muchos son llamados, y pocos
escogidos.
22:15 Entonces se fueron los fariseos
y consultaron cómo sorprenderle en alguna palabra.
22:16 Y le enviaron los discípulos
de ellos con los herodianos, diciendo: Maestro, sabemos que eres amante de
la verdad, y que enseñas con verdad el camino de Dios, y que no te
cuidas de nadie, porque no miras la apariencia de los hombres.
22:17 Dinos, pues, quéte parece:
¿Es lícito dar tributo a César, o no?
22:18 Pero Jesús, conociendo la
malicia de ellos, les dijo: ¿Por quéme tentáis,
hipócritas?
22:19 Mostradme la moneda del tributo.
Y ellos le presentaron un denario.
22:20 Entonces les dijo: ¿De quién
es esta imagen, y la inscripción?
22:21 Le dijeron: De César. Y
les dijo: Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo
que es de Dios.
22:22 Oyendo esto, se maravillaron, y
dejándole, se fueron.
22:23 Aquel día vinieron a él
los saduceos, que dicen que no hay resurrección, y le preguntaron,
22:24 diciendo: Maestro, Moisés
dijo: Si alguno muriere sin hijos, su hermano se casarácon su mujer,
y levantarádescendencia a su hermano.
22:25 Hubo, pues, entre nosotros siete
hermanos; el primero se casó, y murió; y no teniendo descendencia,
dejósu mujer a su hermano.
22:26 De la misma manera también
el segundo, y el tercero, hasta el séptimo.
22:27 Y después de todos
muriótambién la mujer.
22:28 En la resurrección, pues,
¿de cuál de los siete seráella mujer, ya que todos la
tuvieron?
22:29 Entonces respondiendo Jesús,
les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios.
22:30 Porque en la resurrección
ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán
como los ángeles de Dios en el cielo.
22:31 Pero respecto a la resurrección
de los muertos, ¿no habéis leído lo que os fue dicho por
Dios, cuando dijo:
22:32 Yo soy el Dios de Abraham, el Dios
de Isaac y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino de vivos.
22:33 Oyendo esto la gente, se admiraba
de su doctrina.
22:34 Entonces los fariseos, oyendo que
había hecho callar a los saduceos, se juntaron a una.
22:35 Y uno de ellos, intérprete
de la ley, preguntópor tentarle, diciendo:
22:36 Maestro, ¿cuál es el
gran mandamiento en la ley?
22:37 Jesús le dijo: Amarás
al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y
con toda tu mente.
22:38 Este es el primero y grande
mandamiento.
22:39 Y el segundo es semejante: Amarás
a tu prójimo como a ti mismo.
22:40 De estos dos mandamientos depende
toda la ley y los profetas.
22:41 Y estando juntos los fariseos,
Jesús les preguntó,
22:42 diciendo: ¿Quépensáis
del Cristo? ¿De quién es hijo? Le dijeron: De David.
22:43 El les dijo: ¿Pues cómo
David en el Espíritu le llama Señor, diciendo:
22:45 Pues si David le llama Señor,
¿cómo es su hijo?
22:46 Y nadie le podía responder
palabra; ni osóalguno desde aquel día preguntarle más.
23:1 Entonces hablóJesús
a la gente y a sus discípulos, diciendo:
23:2 En la cátedra de Moisés
se sientan los escribas y los fariseos.
23:3 Asíque, todo lo que os digan
que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a
sus obras, porque dicen, y no hacen.
23:4 Porque atan cargas pesadas y
difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres;
pero ellos ni con un dedo quieren moverlas.
23:5 Antes, hacen todas sus obras para
ser vistos por los hombres. Pues ensanchan sus filacterias, y extienden los
flecos de sus mantos;
23:6 y aman los primeros asientos en
las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas,
23:7 y las salutaciones en las plazas,
y que los hombres los llamen: Rabí, Rabí.
23:8 Pero vosotros no queráis
que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos
vosotros sois hermanos.
23:9 Y no llaméis padre vuestro
a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que estáen los
cielos.
23:10 Ni seáis llamados maestros;
porque uno es vuestro Maestro, el Cristo.
23:11 El que es el mayor de vosotros,
sea vuestro siervo.
23:12 Porque el que se enaltece
seráhumillado, y el que se humilla seráenaltecido.
23:13 Mas ¡ay de vosotros, escribas
y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos
delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis
entrar a los que están entrando.
23:14 ¡Ay de vosotros, escribas
y fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las viudas,
y como pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis
mayor condenación.
23:15 ¡Ay de vosotros, escribas
y fariseos, hipócritas! porque recorréis mar y tierra para
hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más
hijo del infierno que vosotros.
23:16 ¡Ay de vosotros, guías
ciegos! que decís: Si alguno jura por el templo, no es nada; pero
si alguno jura por el oro del templo, es deudor.
23:17 ¡Insensatos y ciegos! porque
¿cuál es mayor, el oro, o el templo que santifica al oro?
23:18 También decís: Si
alguno jura por el altar, no es nada; pero si alguno jura por la ofrenda
que estásobre él, es deudor.
23:19 ¡Necios y ciegos! porque
¿cuál es mayor, la ofrenda, o el altar que santifica la ofrenda?
23:20 Pues el que jura por el altar,
jura por él, y por todo lo que estásobre él;
23:21 y el que jura por el templo, jura
por él, y por el que lo habita;
23:22 y el que jura por el cielo, jura
por el trono de Dios, y por aquel que estásentado en él.
23:23 ¡Ay de vosotros, escribas
y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo
y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia,
la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.
23:24 ¡Guías ciegos, que
coláis el mosquito, y tragáis el camello!
23:25 ¡Ay de vosotros, escribas
y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso
y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia.
23:26 ¡Fariseo ciego! Limpia primero
lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea
limpio.
23:27 ¡Ay de vosotros, escribas
y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados,
que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están
llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia.
23:28 Asítambién vosotros
por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por
dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.
23:29 ¡Ay de vosotros, escribas
y fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros de los
profetas, y adornáis los monumentos de los justos,
23:30 y decís: Si hubiésemos
vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus
cómplices en la sangre de los profetas.
23:31 Asíque dais testimonio contra
vosotros mismos, de que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas.
23:32 ¡Vosotros también llenad
la medida de vuestros padres!
23:33 ¡Serpientes, generación
de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación
del infierno?
23:34 Por tanto, he aquíyo os
envío profetas y sabios y escribas; y de ellos, a unos mataréis
y crucificaréis, y a otros azotaréis en vuestras sinagogas,
y perseguiréis de ciudad en ciudad;
23:35 para que venga sobre vosotros toda
la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel
el justo hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías, a quien
matasteis entre el templo y el altar.
23:36 De cierto os digo que todo esto
vendrásobre esta generación.
23:37 ¡Jerusalén,
Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados!
¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta
sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!
23:38 He aquívuestra casa os es
dejada desierta.
23:39 Porque os digo que desde ahora
no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el
nombre del Señor.
24:1 Cuando Jesús saliódel
templo y se iba, se acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios
del templo.
24:2 Respondiendo él, les dijo:
¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no quedaráaquípiedra
sobre piedra, que no sea derribada.
24:3 Y estando él sentado en el
monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo:
Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y quéseñal
habráde tu venida, y del fin del siglo?
24:4 Respondiendo Jesús, les dijo:
Mirad que nadie os engañe.
24:5 Porque vendrán muchos en
mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán.
24:6 Y oiréis de guerras y rumores
de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo
esto acontezca; pero aún no es el fin.
24:7 Porque se levantaránación
contra nación, y reino contra reino; y habrápestes, y hambres,
y terremotos en diferentes lugares.
24:8 Y todo esto seráprincipio
de dolores.
24:9 Entonces os entregarán a
tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas
las gentes por causa de mi nombre.
24:10 Muchos tropezarán entonces,
y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán.
24:11 Y muchos falsos profetas se
levantarán, y engañarán a muchos;
24:12 y por haberse multiplicado la maldad,
el amor de muchos se enfriará.
24:13 Mas el que persevere hasta el fin,
éste serásalvo.
24:14 Y serápredicado este evangelio
del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces
vendráel fin.
24:15 Por tanto, cuando veáis
en el lugar santo la abominación desoladora de que hablóel
profeta Daniel (el que lee, entienda),
24:16 entonces los que estén en
Judea, huyan a los montes.
24:17 El que estéen la azotea,
no descienda para tomar algo de su casa;
24:18 y el que estéen el campo,
no vuelva atrás para tomar su capa.
24:19 Mas ¡ay de las que estén
encintas, y de las que críen en aquellos días!
24:20 Orad, pues, que vuestra huida no
sea en invierno ni en día de reposo;
24:21 porque habráentonces gran
tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta
ahora, ni la habrá.
24:22 Y si aquellos días no fuesen
acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos
días serán acortados.
24:23 Entonces, si alguno os dijere:
Mirad, aquíestáel Cristo, o mirad, allíestá,
no lo creáis.
24:24 Porque se levantarán falsos
Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios,
de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos.
24:25 Ya os lo he dicho antes.
24:26 Asíque, si os dijeren: Mirad,
estáen el desierto, no salgáis; o mirad, estáen los
aposentos, no lo creáis.
24:27 Porque como el relámpago
que sale del oriente y se muestra hasta el occidente,
asíserátambién la venida del Hijo del Hombre.
24:28 Porque dondequiera que estuviere
el cuerpo muerto, allíse juntarán las águilas.
24:29 E inmediatamente después
de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá,
y la luna no darásu resplandor, y las estrellas caerán del
cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas.
24:30 Entonces aparecerála señal
del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus
de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes
del cielo, con poder y gran gloria.
24:31 Y enviarásus ángeles
con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro
vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.
24:32 De la higuera aprended la
parábola: Cuando ya su rama estátierna, y brotan las hojas,
sabéis que el verano estácerca.
24:33 Asítambién vosotros,
cuando veáis todas estas cosas, conoced que estácerca, a las
puertas.
24:34 De cierto os digo, que no
pasaráesta generación hasta que todo esto acontezca.
24:35 El cielo y la tierra pasarán,
pero mis palabras no pasarán.
24:36 Pero del día y la hora nadie
sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.
24:37 Mas como en los días de
Noé, asíserála venida del Hijo del Hombre.
24:38 Porque como en los días
antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en
casamiento, hasta el día en que Noéentróen el arca,
24:39 y no entendieron hasta que vino
el diluvio y se los llevóa todos, asíserátambién
la venida del Hijo del Hombre.
24:40 Entonces estarán dos en
el campo; el uno serátomado, y el otro serádejado.
24:41 Dos mujeres estarán moliendo
en un molino; la una serátomada, y la otra serádejada.
24:42 Velad, pues, porque no sabéis
a quéhora ha de venir vuestro Señor.
24:43 Pero sabed esto, que si el padre
de familia supiese a quéhora el ladrón habría de venir,
velaría, y no dejaría minar su casa.
24:44 Por tanto, también vosotros
estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendráa la hora que no
pensáis.
24:45 ¿Quién es, pues, el
siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que
les déel alimento a tiempo?
24:46 Bienaventurado aquel siervo al
cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así.
24:47 De cierto os digo que sobre todos
sus bienes le pondrá.
24:48 Pero si aquel siervo malo dijere
en su corazón: Mi señor tarda en venir;
24:49 y comenzare a golpear a sus consiervos,
y aun a comer y a beber con los borrachos,
24:50 vendráel señor de
aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no
sabe,
24:51 y lo castigaráduramente,
y pondrásu parte con los hipócritas; allíseráel
lloro y el crujir de dientes.
25:1 Entonces el reino de los cielos
serásemejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas,
salieron a recibir al esposo.
25:2 Cinco de ellas eran prudentes y
cinco insensatas.
25:3 Las insensatas, tomando sus
lámparas, no tomaron consigo aceite;
25:4 mas las prudentes tomaron aceite
en sus vasijas, juntamente con sus lámparas.
25:5 Y tardándose el esposo,
cabecearon todas y se durmieron.
25:6 Y a la medianoche se oyóun
clamor: ¡Aquíviene el esposo; salid a recibirle!
25:7 Entonces todas aquellas vírgenes
se levantaron, y arreglaron sus lámparas.
25:8 Y las insensatas dijeron a las
prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan.
25:9 Mas las prudentes respondieron diciendo:
Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que
venden, y comprad para vosotras mismas.
25:10 Pero mientras ellas iban a comprar,
vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las
bodas; y se cerróla puerta.
25:11 Después vinieron también
las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor,
ábrenos!
25:12 Mas él, respondiendo, dijo:
De cierto os digo, que no os conozco.
25:13 Velad, pues, porque no sabéis
el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.
25:14 Porque el reino de los cielos es
como un hombre que yéndose lejos, llamóa sus siervos y les
entregósus bienes.
25:15 A uno dio cinco talentos, y a otro
dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos.
25:16 Y el que había recibido
cinco talentos fue y negociócon ellos, y ganóotros cinco talentos.
25:17 Asimismo el que había recibido
dos, ganótambién otros dos.
25:18 Pero el que había recibido
uno fue y cavóen la tierra, y escondióel dinero de su señor.
25:19 Después de mucho tiempo
vino el señor de aquellos siervos, y arreglócuentas con ellos.
25:20 Y llegando el que había
recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor,
cinco talentos me entregaste; aquítienes, he ganado otros cinco talentos
sobre ellos.
25:21 Y su señor le dijo: Bien,
buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré;
entra en el gozo de tu señor.
25:22 Llegando también el que
había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me
entregaste; aquítienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos.
25:23 Su señor le dijo: Bien,
buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré;
entra en el gozo de tu señor.
25:24 Pero llegando también el
que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía
que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no
esparciste;
25:25 por lo cual tuve miedo, y fui y
escondítu talento en la tierra; aquítienes lo que es tuyo.
25:26 Respondiendo su señor, le
dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré,
y que recojo donde no esparcí.
25:27 Por tanto, debías haber
dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es
mío con los intereses.
25:28 Quitadle, pues, el talento, y dadlo
al que tiene diez talentos.
25:29 Porque al que tiene, le serádado,
y tendrámás; y al que no tiene, aun lo que tiene le
seráquitado.
25:30 Y al siervo inútil echadle
en las tinieblas de afuera; allíseráel lloro y el crujir de
dientes.
25:31 Cuando el Hijo del Hombre venga
en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se
sentaráen su trono de gloria,
25:32 y serán reunidas delante
de él todas las naciones; y apartarálos unos de los otros,
como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.
25:33 Y pondrálas ovejas a su
derecha, y los cabritos a su izquierda.
25:34 Entonces el Rey diráa los
de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para
vosotros desde la fundación del mundo.
25:35 Porque tuve hambre, y me disteis
de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis;
25:36 estuve desnudo, y me cubristeis;
enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.
25:37 Entonces los justos le
responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos
hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber?
25:38 ¿Y cuándo te vimos
forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos?
25:39 ¿O cuándo te vimos
enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?
25:40 Y respondiendo el Rey, les dirá:
De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos
más pequeños, a mílo hicisteis.
25:41 Entonces dirátambién
a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado
para el diablo y sus ángeles.
25:42 Porque tuve hambre, y no me disteis
de comer; tuve sed, y no me disteis de beber;
25:43 fui forastero, y no me recogisteis;
estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no
me visitasteis.
25:44 Entonces también ellos le
responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos
hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel,
y no te servimos?
25:45 Entonces les responderádiciendo:
De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más
pequeños, tampoco a mílo hicisteis.
25:46 E irán éstos al castigo
eterno, y los justos a la vida eterna.
26:1 Cuando hubo acabado Jesús
todas estas palabras, dijo a sus discípulos:
26:2 Sabéis que dentro de dos
días se celebra la pascua, y el Hijo del Hombre seráentregado
para ser crucificado.
26:3 Entonces los principales sacerdotes,
los escribas, y los ancianos del pueblo se reunieron en el patio del sumo
sacerdote llamado Caifás,
26:4 y tuvieron consejo para prender
con engaño a Jesús, y matarle.
26:5 Pero decían: No durante la
fiesta, para que no se haga alboroto en el pueblo.
26:6 Y estando Jesús en Betania,
en casa de Simón el leproso,
26:7 vino a él una mujer, con
un vaso de alabastro de perfume de gran precio, y lo derramósobre
la cabeza de él, estando sentado a la mesa.
26:8 Al ver esto, los discípulos
se enojaron, diciendo: ¿Para quéeste desperdicio?
26:9 Porque esto podía haberse
vendido a gran precio, y haberse dado a los pobres.
26:10 Y entendiéndolo Jesús,
les dijo: ¿Por quémolestáis a esta mujer? pues ha hecho
conmigo una buena obra.
26:11 Porque siempre tendréis
pobres con vosotros, pero a míno siempre me tendréis.
26:12 Porque al derramar este perfume
sobre mi cuerpo, lo ha hecho a fin de prepararme para la sepultura.
26:13 De cierto os digo que dondequiera
que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se
contarálo que ésta ha hecho, para memoria de ella.
26:14 Entonces uno de los doce, que se
llamaba Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes,
26:15 y les dijo: ¿Quéme
queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le asignaron treinta
piezas de plata.
26:16 Y desde entonces buscaba oportunidad
para entregarle.
26:17 El primer día de la fiesta
de los panes sin levadura, vinieron los discípulos a Jesús,
diciéndole: ¿Dónde quieres que preparemos para que comas
la pascua?
26:18 Y él dijo: Id a la ciudad
a cierto hombre, y decidle: El Maestro dice: Mi tiempo estácerca;
en tu casa celebraréla pascua con mis discípulos.
26:19 Y los discípulos hicieron
como Jesús les mandó, y prepararon la pascua.
26:20 Cuando llególa noche, se
sentóa la mesa con los doce.
26:21 Y mientras comían, dijo:
De cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar.
26:22 Y entristecidos en gran manera,
comenzócada uno de ellos a decirle: ¿Soy yo, Señor?
26:23 Entonces él respondiendo,
dijo: El que mete la mano conmigo en el plato, ése me va a entregar.
26:24 A la verdad el Hijo del Hombre
va, según estáescrito de él, mas ¡ay de aquel hombre
por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no
haber nacido.
26:25 Entonces respondiendo Judas, el
que le entregaba, dijo: ¿Soy yo, Maestro? Le dijo: Túlo has dicho.
26:26 Y mientras comían,
tomóJesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus
discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo.
26:27 Y tomando la copa, y habiendo dado
gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos;
26:28 porque esto es mi sangre del nuevo
pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.
26:29 Y os digo que desde ahora no
beberémás de este fruto de la vid, hasta aquel día en
que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.
26:30 Y cuando hubieron cantado el himno,
salieron al monte de los Olivos.
26:31 Entonces Jesús les dijo:
Todos vosotros os escandalizaréis de míesta noche; porque escrito
está: Heriréal pastor, y las ovejas del rebaño serán
dispersadas.
26:32 Pero después que haya
resucitado, irédelante de vosotros a Galilea.
26:33 Respondiendo Pedro, le dijo: Aunque
todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré.
26:34 Jesús le dijo: De cierto
te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres
veces.
26:35 Pedro le dijo: Aunque me sea necesario
morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron
lo mismo.
26:36 Entonces llegóJesús
con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus
discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allíy
oro.
26:37 Y tomando a Pedro, y a los dos
hijos de Zebedeo, comenzóa entristecerse y a angustiarse en gran manera.
26:38 Entonces Jesús les dijo:
Mi alma estámuy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad
conmigo.
26:39 Yendo un poco adelante, se
postrósobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es
posible, pase de míesta copa; pero no sea como yo quiero, sino como
tú.
26:40 Vino luego a sus discípulos,
y los hallódurmiendo, y dijo a Pedro: ¿Asíque no habéis
podido velar conmigo una hora?
26:41 Velad y orad, para que no entréis
en tentación; el espíritu a la verdad estádispuesto,
pero la carne es débil.
26:42 Otra vez fue, y orópor segunda
vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de míesta copa
sin que yo la beba, hágase tu voluntad.
26:43 Vino otra vez y los
hallódurmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño.
26:44 Y dejándolos, se fue de
nuevo, y orópor tercera vez, diciendo las mismas palabras.
26:45 Entonces vino a sus discípulos
y les dijo: Dormid ya, y descansad. He aquíha llegado la hora, y el
Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores.
26:46 Levantaos, vamos; ved, se acerca
el que me entrega.
26:47 Mientras todavía hablaba,
vino Judas, uno de los doce, y con él mucha gente con espadas y palos,
de parte de los principales sacerdotes y de los ancianos del pueblo.
26:48 Y el que le entregaba les había
dado señal, diciendo: Al que yo besare, ése es; prendedle.
26:49 Y en seguida se acercóa
Jesús y dijo: ¡Salve, Maestro! Y le besó.
26:50 Y Jesús le dijo: Amigo,
¿a quévienes? Entonces se acercaron y echaron mano a Jesús,
y le prendieron.
26:51 Pero uno de los que estaban con
Jesús, extendiendo la mano, sacósu espada, e hiriendo a un
siervo del sumo sacerdote, le quitóla oreja.
26:52 Entonces Jesús le dijo:
Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada
perecerán.
26:53 ¿Acaso piensas que no puedo
ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce
legiones de ángeles?
26:54 ¿Pero cómo entonces
se cumplirían las Escrituras, de que es necesario que asíse
haga?
26:55 En aquella hora dijo Jesús
a la gente: ¿Como contra un ladrón habéis salido con espadas
y con palos para prenderme? Cada día me sentaba con vosotros
enseñando en el templo, y no me prendisteis.
26:56 Mas todo esto sucede, para que
se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos,
dejándole, huyeron.
26:57 Los que prendieron a Jesús
le llevaron al sumo sacerdote Caifás, adonde estaban reunidos los
escribas y los ancianos.
26:58 Mas Pedro le seguía de lejos
hasta el patio del sumo sacerdote; y entrando, se sentócon los alguaciles,
para ver el fin.
26:59 Y los principales sacerdotes y
los ancianos y todo el concilio, buscaban falso testimonio contra Jesús,
para entregarle a la muerte,
26:60 y no lo hallaron, aunque muchos
testigos falsos se presentaban. Pero al fin vinieron dos testigos falsos,
26:61 que dijeron: Este dijo: Puedo derribar
el templo de Dios, y en tres días reedificarlo.
26:62 Y levantándose el sumo
sacerdote, le dijo: ¿No respondes nada? ¿Quétestifican
éstos contra ti?
26:63 Mas Jesús callaba. Entonces
el sumo sacerdote le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas
si eres túel Cristo, el Hijo de Dios.
26:64 Jesús le dijo: Túlo
has dicho; y además os digo, que desde ahora veréis al Hijo
del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes
del cielo.
26:65 Entonces el sumo sacerdote
rasgósus vestiduras, diciendo: ¡Ha blasfemado!
¿Quémás necesidad tenemos de testigos? He aquí,
ahora mismo habéis oído su blasfemia.
26:66 ¿Quéos parece? Y
respondiendo ellos, dijeron: ¡Es reo de muerte!
26:67 Entonces le escupieron en el rostro,
y le dieron de puñetazos, y otros le abofeteaban,
26:68 diciendo: Profetízanos,
Cristo, quién es el que te golpeó.
26:69 Pedro estaba sentado fuera en el
patio; y se le acercóuna criada, diciendo: Tútambién
estabas con Jesús el galileo.
26:70 Mas él negódelante
de todos, diciendo: No sélo que dices.
26:71 Saliendo él a la puerta,
le vio otra, y dijo a los que estaban allí: También éste
estaba con Jesús el nazareno.
26:72 Pero él negóotra
vez con juramento: No conozco al hombre.
26:73 Un poco después,
acercándose los que por allíestaban, dijeron a Pedro:
Verdaderamente también túeres de ellos, porque aun tu manera
de hablar te descubre.
26:74 Entonces él comenzóa
maldecir, y a jurar: No conozco al hombre. Y en seguida cantóel gallo.
26:75 Entonces Pedro se acordóde
las palabras de Jesús, que le había dicho: Antes que cante
el gallo, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloróamargamente.
27:1 Venida la mañana, todos los
principales sacerdotes y los ancianos del pueblo entraron en consejo contra
Jesús, para entregarle a muerte.
27:2 Y le llevaron atado, y le entregaron
a Poncio Pilato, el gobernador.
27:3 Entonces Judas, el que le había
entregado, viendo que era condenado, devolvióarrepentido las treinta
piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos,
27:4 diciendo: Yo he pecado entregando
sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Quénos importa a nosotros?
¡Allátú!
27:5 Y arrojando las piezas de plata
en el templo, salió, y fue y se ahorcó.
27:6 Los principales sacerdotes, tomando
las piezas de plata, dijeron: No es lícito echarlas en el tesoro de
las ofrendas, porque es precio de sangre.
27:7 Y después de consultar, compraron
con ellas el campo del alfarero, para sepultura de los extranjeros.
27:8 Por lo cual aquel campo se llama
hasta el día de hoy: Campo de sangre.
27:9 Asíse cumpliólo dicho
por el profeta Jeremías, cuando dijo: Y tomaron las treinta piezas
de plata, precio del apreciado, según precio puesto por los hijos
de Israel;
27:10 y las dieron para el campo del
alfarero, como me ordenóel Señor.
27:11 Jesús, pues, estaba en pie
delante del gobernador; y éste le preguntó, diciendo: ¿Eres
túel Rey de los judíos? Y Jesús le dijo: Túlo
dices.
27:12 Y siendo acusado por los principales
sacerdotes y por los ancianos, nada respondió.
27:13 Pilato entonces le dijo: ¿No
oyes cuántas cosas testifican contra ti?
27:14 Pero Jesús no le
respondióni una palabra; de tal manera que el gobernador se maravillaba
mucho.
27:15 Ahora bien, en el día de
la fiesta acostumbraba el gobernador soltar al pueblo un preso, el que quisiesen.
27:16 Y tenían entonces un preso
famoso llamado Barrabás.
27:17 Reunidos, pues, ellos, les dijo
Pilato: ¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás,
o a Jesús, llamado el Cristo?
27:18 Porque sabía que por envidia
le habían entregado.
27:19 Y estando él sentado en
el tribunal, su mujer le mandódecir: No tengas nada que ver con ese
justo; porque hoy he padecido mucho en sueños por causa de él.
27:20 Pero los principales sacerdotes
y los ancianos persuadieron a la multitud que pidiese a Barrabás,
y que Jesús fuese muerto.
27:21 Y respondiendo el gobernador, les
dijo: ¿A cuál de los dos queréis que os suelte? Y ellos
dijeron: A Barrabás.
27:22 Pilato les dijo: ¿Qué,
pues, haréde Jesús, llamado el Cristo? Todos le dijeron: ¡Sea
crucificado!
27:23 Y el gobernador les dijo: Pues
¿quémal ha hecho? Pero ellos gritaban aún más,
diciendo: ¡Sea crucificado!
27:24 Viendo Pilato que nada adelantaba,
sino que se hacía más alboroto, tomóagua y se lavólas
manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este
justo; allávosotros.
27:25 Y respondiendo todo el pueblo,
dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos.
27:26 Entonces les soltóa
Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregópara
ser crucificado.
27:27 Entonces los soldados del gobernador
llevaron a Jesús al pretorio, y reunieron alrededor de él a
toda la compañía;
27:28 y desnudándole, le echaron
encima un manto de escarlata,
27:29 y pusieron sobre su cabeza una
corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; e hincando
la rodilla delante de él, le escarnecían, diciendo: ¡Salve,
Rey de los judíos!
27:30 Y escupiéndole, tomaban
la caña y le golpeaban en la cabeza.
27:31 Después de haberle escarnecido,
le quitaron el manto, le pusieron sus vestidos, y le llevaron para crucificarle.
27:32 Cuando salían, hallaron
a un hombre de Cirene que se llamaba Simón; a éste obligaron
a que llevase la cruz.
27:33 Y cuando llegaron a un lugar llamado
Gólgota, que significa: Lugar de la Calavera,
27:34 le dieron a beber vinagre mezclado
con hiel; pero después de haberlo probado, no quiso beberlo.
27:35 Cuando le hubieron crucificado,
repartieron entre sísus vestidos, echando suertes, para que se cumpliese
lo dicho por el profeta: Partieron entre símis vestidos, y sobre mi
ropa echaron suertes.
27:36 Y sentados le guardaban allí.
27:37 Y pusieron sobre su cabeza su causa
escrita: ESTE ES JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS.
27:38 Entonces crucificaron con él
a dos ladrones, uno a la derecha, y otro a la izquierda.
27:39 Y los que pasaban le injuriaban,
meneando la cabeza,
27:40 y diciendo: Túque derribas
el templo, y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo;
si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz.
27:41 De esta manera también los
principales sacerdotes, escarneciéndole con los escribas y los fariseos
y los ancianos, decían:
27:42 A otros salvó, a símismo
no se puede salvar; si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y
creeremos en él.
27:43 Confióen Dios; líbrele
ahora si le quiere; porque ha dicho: Soy Hijo de Dios.
27:44 Lo mismo le injuriaban también
los ladrones que estaban crucificados con él.
27:45 Y desde la hora sexta hubo tinieblas
sobre toda la tierra hasta la hora novena.
27:46 Cerca de la hora novena, Jesús
clamóa gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani?
Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por quéme has
desamparado?
27:47 Algunos de los que estaban
allídecían, al oírlo: A Elías llama éste.
27:48 Y al instante, corriendo uno de
ellos, tomóuna esponja, y la empapóde vinagre, y poniéndola
en una caña, le dio a beber.
27:49 Pero los otros decían: Deja,
veamos si viene Elías a librarle.
27:50 Mas Jesús, habiendo otra
vez clamado a gran voz, entregóel espíritu.
27:51 Y he aquí, el velo del templo
se rasgóen dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las
rocas se partieron;
27:52 y se abrieron los sepulcros, y
muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron;
27:53 y saliendo de los sepulcros,
después de la resurrección de él, vinieron a la santa
ciudad, y aparecieron a muchos.
27:54 El centurión, y los que
estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las
cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, y dijeron:
Verdaderamente éste era Hijo de Dios.
27:55 Estaban allímuchas mujeres
mirando de lejos, las cuales habían seguido a Jesús desde Galilea,
sirviéndole,
27:56 entre las cuales estaban María
Magdalena, María la madre de Jacobo y de José, y la madre de
los hijos de Zebedeo.
27:57 Cuando llególa noche, vino
un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también había
sido discípulo de Jesús.
27:58 Este fue a Pilato y pidióel
cuerpo de Jesús. Entonces Pilato mandóque se le diese el cuerpo.
27:59 Y tomando Joséel cuerpo,
lo envolvióen una sábana limpia,
27:60 y lo puso en su sepulcro nuevo,
que había labrado en la peña; y después de hacer rodar
una gran piedra a la entrada del sepulcro, se fue.
27:61 Y estaban allíMaría
Magdalena, y la otra María, sentadas delante del sepulcro.
27:62 Al día siguiente, que es
después de la preparación, se reunieron los principales sacerdotes
y los fariseos ante Pilato,
27:63 diciendo: Señor, nos acordamos
que aquel engañador dijo, viviendo aún: Después de tres
días resucitaré.
27:64 Manda, pues, que se asegure el
sepulcro hasta el tercer día, no sea que vengan sus discípulos
de noche, y lo hurten, y digan al pueblo: Resucitóde entre los muertos.
Y seráel postrer error peor que el primero.
27:65 Y Pilato les dijo:
Ahítenéis una guardia; id, aseguradlo como sabéis.
27:66 Entonces ellos fueron y aseguraron
el sepulcro, sellando la piedra y poniendo la guardia.
28:1 Pasado el día de reposo,
al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena
y la otra María, a ver el sepulcro.
28:2 Y hubo un gran terremoto; porque
un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando,
removióla piedra, y se sentósobre ella.
28:3 Su aspecto era como un relámpago,
y su vestido blanco como la nieve.
28:4 Y de miedo de él los guardas
temblaron y se quedaron como muertos.
28:5 Mas el ángel, respondiendo,
dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo séque
buscáis a Jesús, el que fue crucificado.
28:6 No estáaquí, pues
ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor.
28:7 E id pronto y decid a sus
discípulos que ha resucitado de los muertos, y he aquíva delante
de vosotros a Galilea; allíle veréis. He aquí, os lo
he dicho.
28:8 Entonces ellas, saliendo del sepulcro
con temor y gran gozo, fueron corriendo a dar las nuevas a sus discípulos.
Y mientras iban a dar las nuevas a los discípulos,
28:9 he aquí, Jesús les
salióal encuentro, diciendo: ¡Salve! Y ellas, acercándose,
abrazaron sus pies, y le adoraron.
28:10 Entonces Jesús les dijo:
No temáis; id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a Galilea,
y allíme verán.
28:11 Mientras ellas iban, he aquíunos
de la guardia fueron a la ciudad, y dieron aviso a los principales sacerdotes
de todas las cosas que habían acontecido.
28:12 Y reunidos con los ancianos, y
habido consejo, dieron mucho dinero a los soldados,
28:13 diciendo: Decid vosotros: Sus
discípulos vinieron de noche, y lo hurtaron, estando nosotros dormidos.
28:14 Y si esto lo oyere el gobernador,
nosotros le persuadiremos, y os pondremos a salvo.
28:15 Y ellos, tomando el dinero, hicieron
como se les había instruido. Este dicho se ha divulgado entre los
judíos hasta el día de hoy.
28:16 Pero los once discípulos
se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado.
28:17 Y cuando le vieron, le adoraron;
pero algunos dudaban.
28:18 Y Jesús se acercóy
les hablódiciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
28:19 Por tanto, id, y haced discípulos
a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo;
28:20 enseñándoles que
guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquíyo estoy con vosotros
todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.