Los feminismos son numerosos, no homologables y a menudo en conflicto entre sí, pero conforman una galaxia que constituye a su vez un movimiento social, político y cultural con el que, en tiempos y contextos diversos, las mujeres han intentado desvincularse de una relación de poder que coartaba su libertad.

Desde las demandas de igualdad durante la Revolución francesa al sufragismo, desde las reivindicaciones de la ?diferencia? a los estudios sobre la identidad de género, desde las conquistas de los años setenta a las investigaciones sobre la interseccionalidad de las opresiones de género, clase y raza...

En su recorrido por la relación histórica, llena de matrimonios infelices y divorcios irreconciliables, entre marxismo y feminismo, Cinzia Arruzza nos propone reflexionar sobre la necesidad de integrar a ambos en cualquier proceso verdaderamente revolucionario. Su lectura crítica de las tensiones entre las dos tradiciones responde a una apuesta por aprender de ellas con el objetivo de incorporarlas en nuestra visión del mundo, en nuestro trabajo cotidiano y en nuestra lucha contra el patriarcado y el capitalismo.

Este manifiesto tiene un propósito: llevar a cabo una operación de rescate y corrección de rumbo de las luchas feministas hacia el resto de la población, y proponer con ella una reorganización total de la sociedad. El feminismo no debería detenerse con ver a las mujeres representadas en la cima de la sociedad, sino que debe involucrarse en las perturbaciones políticas, la precariedad económica y el agotamiento socio-reproductivo.