Los servicios de inteligencia españoles descubrieron en Madrid que un ciudadano ruso y un miembro del Frente Polisario estaban en contacto.

El Kremlin estaba planeando crear un conflicto entre Marruecos y Argelia para distraer la atención de la guerra de Ucrania.

El CNI tenía que actuar rápidamente para evitarlo, pero solo podía hacerlo sin dejar rastro si volvía a recurrir a Asís, un ex espía que ahora vivía en Mallorca con su esposa.

Sin embargo, el pasado de Asís siempre lo perseguía.