Después de derrotar a Cyrus, pasaron tres meses de paz y tranquilidad. Sin embargo, el narrador siempre tuvo miedo de que algo malo sucediera. Ahora, sus temores se han hecho realidad y todo se está desmoronando.
Debo volver al Reino de las Sombras para salvar a mi amigo Mekhi.
Para ello, debo hacer un pacto con la terrible reina que casi lo mata.
Esta vez, llevaré a mis amigos poderosos, pero también a Hudson, quien le oculta un secreto.
Sé que sus vidas corren peligro, y todo es culpa mía porque aún le debo un favor a la Anciana.
La Anciana ha venido a buscarme para cobrar su deuda.
La última batalla dejó cicatrices en todos. Flint está resentido con el mundo, Jaxon se está transformando en algo que no puedo identificar, y Hudson ha construido una barrera que no sé si podré derribar.
Un conflicto se avecina y no estamos preparados.
Haría falta un ejército para tener alguna posibilidad de triunfar.
Pero antes de eso tengo que descubrir la verdad sobre mis ancestros.
Una verdad que podría mostrar quién es el verdadero enemigo entre nosotros... en un mundo plagado de vampiros hambrientos, gárgolas eternas y una vieja lucha entre dos dioses.
No hay certeza de que alguien sobreviva cuando todo termine, pero si queremos proteger este mundo, no me queda otra alternativa. Tendré que aceptar cada parte de mí... incluso las que más me asustan.
La historia gira en torno a una joven que entra en un instituto llamado Katmere y se siente fuera de lugar, rodeada de seres sobrenaturales como dioses o monstruos. La protagonista no sabe a qué bando pertenece, pero siente el odio que todos ellos parecen tener hacia ella.
«Mi mundo cambió en el instante en el que pisé el instituto Katmere. Aquí todo resulta extraño: la escuela, los alumnos, las asignaturas; y yo no soy más que una simple mortal entre ellos, dioses... o monstruos. Todavía no sé a qué bando pertenezco, si es que pertenezco a alguno, sólo sé que lo que parece unirlos a todos es su odio hacia mí.
Pero entre ellos está Jaxon Vega, un vampiro que esconde oscuros secretos y que no ha sentido nada durante un siglo. Algo en él me atrae, apenas lo conozco, pero sé que hay algo roto en su interior que de alguna manera encaja con lo que hay roto en mí. Acercarme a él puede significar el fin del mundo, pero empiezo a sospechar que alguien me ha traído a este lugar a propósito, y tengo que descubrir por qué.»