Fui testigo del fin del mundo. Tan próspero, tan hermoso y tan perfecto, que parecía que no podría caer. Aun así, algo desde su interior se fue gestando, hasta que el día de Año Nuevo de 2060… No sé, si este será el famoso Apocalipsis, Ragnarok o simplemente nuestra destrucción. Lo que sí sé, es que los demonios están infestando las calles matando y devorando, y es sólo cuestión de tiempo que el ser humano no sea más que un recuerdo. Mi nombre es Cielo, aunque bien podría llamarme Infierno. Esta es mi vida: una gran mentira.