La crueldad humana no tiene limites. Extraño es el dÃa en el que no nos hagamos eco de alguna atrocidad cometida por nuestros semejantes y no nos estremezcamos.
Y esa es exactamente la iniciativa que Noelia Lorenzo Pino ha retratado, de forma magistral, en “Animales heridosâ€, su nueva novela.
De nuevo, con la agente Eider Chassereau y el oficial Jon Ander Macua como personajes principales, la autora exhibe una situación dura y complicada que, lamentablemente, existe y toca las almas de los más sensibles.
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OÃa su respiración, solo su respiración. HabÃa ratos, incluso dÃas, que ni siquiera existÃan para él. No habÃa sonidos, no habÃa tiempo, no habÃa vida…
En esas ocasiones intuÃa que llevaba varios dÃas dormido y, cuando despertaba, con frecuencia pensaba que estaba muerto, que por fin habÃa muerto, pero las bridas rodeándole los tobillos y las muñecas le recordaban dónde se hallaba y en qué estado.
Asà arranca esta sobrecogedora historia, con el cautiverio de un adolescente que está a punto de ser rescatado por la unidad de intervención de la Ertzaintza. Cuando los agentes le preguntan cómo se llama, él contesta que es ElÃas Gazmuri, un chico que desapareció hace siete años.
La agente Eider Chassereau y el oficial Jon Andre Macua tendrán que volver a enfrentarse a la peor cara del ser humano para llegar a la verdad y conseguir que se haga justicia.
LEER MÃSPero las cosas se complicarán cuando una persona del entorno de ElÃas asegure que el chico es un impostor.
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