CONTRA EL INFINITO, se deja leer con gusto, y si exceptuamos los pasajes en los que a Benford le proporciona por ponerse pesado, quiero decir, literario, es, como siempre en Benford, un óptimo libro de ciencia-ficción.
Autor:
Géneros:
Etiquetas:
Salieron del Asentamiento de Sidón formando un grupo disperso, sus botas resonando y crujiendo sobre la dura y desgastada llanura púrpura.
El hielo en las inmediaciones de Sidón se había fundido y helado y vuelto a fundir una y otra vez con los aterrizajes de las lanzaderas orbitales y los gases de escape de los orugas, de tal modo que ahora estaba salpicada de manchas multicolores y grandes ronchas de contaminantes.
Echaron a andar por el sólido hielo pisoteado, llevando consigo al muchacho, Manuel. Cantaban y se daban codazos unos a otros en sus zumbantes y resoplantes máquinas, y pronto empezaron con el smeerlop y con el whisky, como siempre hacían.
El muchacho tenía trece años. Lo miraba todo con ojos muy abiertos. Durante cinco años había estado aguardando y escuchando hablar de las cordilleras de hielo y de los ríos de amoníaco de la tierra fundente, rápida y tracionera bajo sus pies.
LEER MÁSAcuclillado junto a la estufa, noche tras noche, había escuchado, sin saber cuánto creer pero deseando poder confiar en todo ello por miedo a olvidar algo que pudiera necesitar más tarde, porque incluso entonces sabía que todo lo que se aprendía llegaba a ser de utilidad si se aguardaba lo suficiente.
Lo que conocía más profundamente era la inmensidad del páramo que ahora recorrían, mayor que cualquiera de los insignificantes Asentamientos humanos, enorme y poderoso y con una razón y una lógica propias.
COLAPSAR