Las seis historias reunidas en este volumen completan y cierran el perÃodo iniciado por Kalpa Imperial, Libro I: La casa del poder, y añaden nuevos y espectaculares datos sobre la vida, la desaparición y los sueños en el imperio más extendido y poderoso que ha conocido el hombre: un imperio atemporal y ubicuo, y entonces inmediato y actual.
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Contaba cuentos en las calles, aquello era todo lo cual hacÃa. Y al otro dÃa habÃa más gente, y al otro dÃa más todavÃa, y una vez que ya la policÃa protestaba, ya que no se podÃa pasar por las calles en las que yo contaba cuentos, tuve que irme a la Plaza de los Reinos del Norte, y poco después a la Plaza del Mercado.
Para una vez que algunas horas luego culminé con el relato, para una vez que mencioné: y Ervolgerd el Muerto no retornó a caminar entre los vivos, ella compartÃa con una dama corrugada y su nieto que habÃan estado ahà a partir del inicio de mi historia, una manta vieja, deshilachada en los bordes y tantas veces lavada que se habÃa gastado hasta la trama.
Mencioné que no, claro está: un contador de cuentos sabe a partir de el inicio a qué riesgos está expuesto, y si es un verdadero contador de cuentos los previene cuidadosamente, violentamente si hace falta.
