Una novela sobre la pasión más reciente de Federico GarcÃa Lorca.
Los amores oscuros es una fina, documentada e inteligente novela que retrata el convulso Madrid de los años treinta, las disputas polÃticas y sociales, y el hervidero cultural en el que está convertida una España a punto de explotar. Pero, sobre todo, es la reivindicación de una bellÃsima historia de amor truncado, condenada durante años a la oscuridad.
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«Yo fui el último amor de Lorca y, tal vez, la razón de su muerte.» Con la rotundidad de esta frase se inicia la novela que da noticia, por primera vez, de la última relación amorosa del poeta y que pudo ser la razón por la que no huyó de España a pesar de que sabÃa que su vida corrÃa serio peligro.
En un apasionante relato de ficción, Los amores oscuros nos traslada a los felices últimos dÃas de Federico GarcÃa Lorca. Mientras España vive agitada bajo el gobierno del denominado Bienio Negro, el autor de Yerma disfruta los dÃas de su consagración gracias al éxito como poeta y como uno de los autores dramáticos más aclamados. Pero lo que definitivamente convierte a Federico en un hombre pleno es su relación con un joven que, por primera vez, se compromete con él y le corresponde en un amor firme, maduro y apasionado.
LEER MÃSEmbriagado por la dulzura con la que los dÃas transcurren al lado del joven, Federico se anima a presentarle a su más Ãntimo cÃrculo de amistades. Ambos conviven con personajes como Rafael de León, Juan Ramón Jiménez, Rafael Alberti, Margarita Xirgu, Vicente Aleixandre, Miguel Hernández, etc., mostrándonos el fértil paisanaje que recorre los años previos al desenlace de la contienda. También aparecen las mujeres que forman el Lyceum Club Femenino, olvidadas de la historia pero fundamentales en el mundo de Lorca y en esta relación, como Pura Ucelay, MarÃa Teresa León o Lola Membrives, cómplices del poeta, que compone en esos dÃas los versos que dedica a su amado y que de forma póstuma darán cuerpo al poemario Los sonetos del amor oscuro.
Sin embargo, toda la felicidad que recorre la novela está atravesada por un aciago destino: debido a su magnetismo personal, Lorca va convirtiéndose en el adalid y el icono de una corriente de pensamiento sobre la que se ciernen peligrosas amenazas. Cuando los acontecimientos empiezan a sucederse desbocados, el aire que respira la pareja se contamina de negros presagios que finalmente desembocan en el trágico fin del poeta que su amado llevará toda la vida como una silenciosa carga.
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